España, un hueso duro de roer para Magna

Dicen que ya no se hace periodismo como el de antes, que ahora los periodistas se dedican a buscar información en Internet y que sólo se hacen artículos estándar. Puede que todo eso sea verdad y que poco a poco nos estemos convirtiendo en robots de la información, pero esta semana, y por hacer una excepción, han cambiado las tornas y los redactores del motor han salido a la calle en busca de la noticia. El motivo de las más de 10 horas de guardia, tirados en una escalera, que realizamos varios periodistas el pasado martes, fue la reunión que mantuvieron los representantes del Ministerio de Industria, los del Gobierno de Aragón, los sindicatos y el futuro dueño de Opel, la firma canadiense Magna, para hablar de lo que va a pasar con la planta de Figueruelas (Zaragoza).

El encuentro dio comienzo a las 8.30 de la mañana y hasta las 19.30 de la tarde, el ministro de Industria, Miguel Sebastián, no compareció ante los medios. No dijo mucho –siempre se ha caracterizado por ser discreto en las negociaciones--, pero sí dejó claro que la reunión había comenzado con un enfrentamiento de ideas entre Magna y los sindicatos, pero que según avanzaba el día, la compañía norteamericana presentó a Industria una nueva propuesta (la tercera) sobre el plan industrial de la planta de Figueruelas (Zaragoza) que esta vez sí, parece que puede ser la definitiva.

Sebastián salió a eso de las 19.30 de la tarde, pero sobre las 15.40 horas o así, el presidente del comité de empresa de la factoría aragonesa, José Juan Arceiz, indicó, a los medios de comunicación que esperaban en el Ministerio, que la cosa no iba por buen camino, que Magna no había hecho nuevas propuestas y que no habían alcanzado un acuerdo, puesto que no se cumplían sus solicitudes, que no eran otras que asegurar el futuro de planta a través de un plan de producto.

En estos momentos, la tercera propuesta de la firma canadiense está siendo analizada por los sindicatos, parece que el Gobierno ya ha dado el ‘ok’, y puede que ésta sea la que llegue a buen puerto. En un principio, los rumores apuntan a que esta oferta asegura el futuro de Figueruelas, puesto que se han comprometido a mantener el nivel actual de producción desde 2013, y hasta esa fecha se reducirá un poco la producción, pero nada que suponga la toma de medidas traumáticas.

A todo esto, Magna sigue negociando con General Motors y con otros países en los que Opel tiene plantas, sobre los proyectos industriales y de futuro de la Marca, y todo parece apuntar a que antes de que finalice la semana se habrá cerrado de forma definitiva la compra de la corporación automovilística alemana, aunque puede que esto se haga sin contar con los sindicatos españoles, que en esas fechas seguirán revisando la nueva oferta. Habrá que estar atentos.