En la vida hay veces que las situaciones dan giros inesperados, no siempre siguen el curso que deberían, y parece que en el mundo del motor estas cosas pasan más a menudo de lo normal, o por los menos en los últimos tiempos, se están rompiendo los esquemas más veces de lo que podríamos considerar como normal. Primero fue el, no se puede llamar de otra forma, culebrón entre Volskwagen y Porsche, luego llegó la frustrada venta de Opel a Magna, y, finalmente, hemos visto como el proceso de traspaso de Saab se ha ido al garete.
En la vida hay veces que las situaciones dan giros inesperados, no siempre siguen el curso que deberían, y parece que en el mundo del motor estas cosas pasan más a menudo de lo normal, o por los menos en los últimos tiempos, se están rompiendo los esquemas más veces de lo que podríamos considerar como normal. Primero fue el, no se puede llamar de otra forma, culebrón entre Volskwagen y Porsche, luego llegó la frustrada venta de Opel a Magna, y, finalmente, hemos visto como el proceso de traspaso de Saab se ha ido al garete.
Estoy en el AVE dirección a Zaragoza junto con varios periodistas para probar la nueva gama del modelo todoterreno Land Cruiser de Toyota en la zona de Tudela. Durante la espera para subir al tren, hemos iniciado una conversación entre varios compañeros en la que, como no podía ser de otra manera, ha surgido el tema del día. La negativa de General Motors de vender sus filiales europeas Opel/Vauxhall al consorcio formado por el fabricante canadiense de componentes para automóviles Magna y la entidad bancaria rusa Sberbank.
Estoy en el AVE dirección a Zaragoza junto con varios periodistas para probar la nueva gama del modelo todoterreno Land Cruiser de Toyota en la zona de Tudela. Durante la espera para subir al tren, hemos iniciado una conversación entre varios compañeros en la que, como no podía ser de otra manera, ha surgido el tema del día. La negativa de General Motors de vender sus filiales europeas Opel/Vauxhall al consorcio formado por el fabricante canadiense de componentes para automóviles Magna y la entidad bancaria rusa Sberbank.
El final del calvario de negociaciones y de rumores se acerca para la planta de producción de Opel en Figueruelas (Zaragoza). Según las informaciones surgidas en los últimos días, parece que se están dando los últimos pasos hacia un acuerdo, tanto en la factoría zaragozana como para la definitiva compra de la filial alemana de Opel por parte del fabricante canadiense de componentes para automóviles Magna.
El final del calvario de negociaciones y de rumores se acerca para la planta de producción de Opel en Figueruelas (Zaragoza). Según las informaciones surgidas en los últimos días, parece que se están dando los últimos pasos hacia un acuerdo, tanto en la factoría zaragozana como para la definitiva compra de la filial alemana de Opel por parte del fabricante canadiense de componentes para automóviles Magna.
Dicen que ya no se hace periodismo como el de antes, que ahora los periodistas se dedican a buscar información en Internet y que sólo se hacen artículos estándar. Puede que todo eso sea verdad y que poco a poco nos estemos convirtiendo en robots de la información, pero esta semana, y por hacer una excepción, han cambiado las tornas y los redactores del motor han salido a la calle en busca de la noticia. El motivo de las más de 10 horas de guardia, tirados en una escalera, que realizamos varios periodistas el pasado martes, fue la reunión que mantuvieron los representantes del Ministerio de Industria, los del Gobierno de Aragón, los sindicatos y el futuro dueño de Opel, la firma canadiense Magna, para hablar de lo que va a pasar con la planta de Figueruelas (Zaragoza).
Dicen que ya no se hace periodismo como el de antes, que ahora los periodistas se dedican a buscar información en Internet y que sólo se hacen artículos estándar. Puede que todo eso sea verdad y que poco a poco nos estemos convirtiendo en robots de la información, pero esta semana, y por hacer una excepción, han cambiado las tornas y los redactores del motor han salido a la calle en busca de la noticia. El motivo de las más de 10 horas de guardia, tirados en una escalera, que realizamos varios periodistas el pasado martes, fue la reunión que mantuvieron los representantes del Ministerio de Industria, los del Gobierno de Aragón, los sindicatos y el futuro dueño de Opel, la firma canadiense Magna, para hablar de lo que va a pasar con la planta de Figueruelas (Zaragoza).