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Hagan sus apuestas, Opel se lo quedará...

Por Carlos Drake

El presidente de GM Europe, Carl-Peter Forster


La negociación para convertirse en el nuevo dueño de Opel puede que esté llegando a su fin. No es que disponga de información privilegiada ni tampoco soy un visionario de las operaciones de compra de empresas, si no que me he parado a pensar en los pasos que se están dando por todas las partes y creo que la cosa no debe estar muy lejos del final.

Hasta el momento, dos ofertas han llegado a la recta final del proceso con opciones de entrar en el capital de la filial de General Motors y éstas han sido las realizadas por la firma Magna, de la que ya hemos hablado largo y tendido, y la del fondo belga RHJ, que en principio es que la tiene una características más negativas para la planta que posee la empresa en Figueruelas.

Dejando a un lado el sentimiento patrio, parece que, por el momento, la propuesta de Magna, que cuenta con el apoyo del banco ruso Sberbank, es la que más opciones tiene de llevarse el gato al  agua, si se puede denominar así, claro. Digo esto porque en los últimos tiempos tanto los sindicatos como el Gobierno de Alemania se han decantado por la oferta de Magna, como la mejor para salvaguardar el futuro de Opel.

Sin embargo, la matriz de Opel, la estadounidense General Motors, no se ha mostrado a favor de ninguna de las dos opciones y se ha limitado decir que se encuentra en negociaciones con ambas partes para aclarar los diferentes proyectos. Respecto a la propuesta de Magna, el grupo de Detroit ha asegurado que supone un plan más complejo que el de RHJ, puesto que hay conflicto en varios aspectos, especialmente en lo que se refiere a las operaciones futuras de la firma automovilística alemana en el mercado ruso.

Yo ahora mismo no dispongo de una bola de cristal que me diga qué es lo que va a pasar sobre este asunto, pero si tuviera que apostar pondría mis fichas en la casilla de Magna, porque cuenta con el beneplácito de los sindicatos y del Gobierno alemán. Es más, Merkel ha declarado públicamente que su preferencia recae sobre Magna y que intervendrá en su favor en el proceso de negociación en caso de que sea necesario. Todos estos aspectos y sobre todo la aparición en escena de Merkel, que ya tiene antecedentes en negociaciones con empresas, como en el caso de E.ON y Endesa, son puntos que decantarán la balanza del lado la firma canadiense.

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