Menos ventas hasta abril

Parece que los temores de todas las personas relacionadas con el sector del automóvil, entre las que me incluyo, se han cumplido de nuevo, ya que según los datos publicados ayer por Anfac, patronal de los fabricantes de automóviles, y por Ganvam (de vendedores), las ventas de coches acumulan una caída del 11,3% entre enero y abril y la situación no creo que vaya a mejorar.

Estos datos, como ya hemos venido escuchando desde hace algún tiempo, son justificados por motivos de todo tipo, como la desaceleración económica que atraviesa nuestro país, la ya muy desgastada excusa de la retirada del Plan Prever (llevamos ya cuatro meses sin él) o las cada vez mayores dificultades que todos nos encontramos a la hora de pedir un crédito. No olvidemos que el coche es la segunda compra más importante que hacen las familias durante su vida.

Todos estos aspectos han podido repercutir (y ahora lo están haciendo) sobre el descenso de las ventas de automóviles en España, así como otros como la caída del consumo privado o la crisis que atraviesa Estados Unidos, pero no nos engañemos, algo está pasando y no hay que echar siempre balones fuera y como se suele decir, hay que coger el toro por los cuernos y poner en marcha medidas, ya sea desde las empresas o desde las instituciones públicas.

Un factor positivo de esta situación de reducción de ventas en la que nos encontramos es que todos somos conscientes de que hay que cambiar algo. Las principales asociaciones han decidido, cada una por su lado, todo sea dicho, intentar entablar conversaciones con el nuevo ministro de Industria para ver si pueden recuperar el extinto Plan Prever, mientras que las marcas están reinventándose para vender más coches, con más inversiones en marketing y acelerando la presentación de nuevos modelos que incentiven el consumo.

Quiero finalizar este post con los datos de producción de las plantas de vehículos instaladas en España en los tres primeros meses del año. Hasta marzo estas factorías fabricaron 751.636 unidades, un 2,7% menos que en los mismos meses de 2007. Es cierto que es un descenso ligero, pero habrá que vigilar este aspecto en el futuro más cercano, si no queremos llevarnos una sorpresa, en forma de cierre de fábricas.