Ni las ayudas levantan las ventas de motos

A principios del pasado mes de julio me dio por escribir un post de motos en esta web dedicada a los coches. El texto aludía a la aprobación por parte del Gobierno de un plan de incentivo directo a la demanda de motocicletas, o lo que es lo mismo el Plan 2000E pero para motos y que tendría el nombre de Plan Moto-E. La llegada de esta noticia revolucionó el sector de las dos ruedas, que llevaba meses quejándose de discriminación ante los coches y que reivindicaba medidas para evitar las dramáticas caídas de ventas que estaban registrando.

Todos creían que la llegada de este Plan Moto-E iba a ser la panacea de todos los problemas del sector y que nos iba a catapultar a los volúmenes de ventas de hace tres años, cuando se puso de moda aquello de comprarse una moto de hasta 125 centímetros cúbicos para ahorrarse los atascos de la ciudad.

Sin embargo, los datos de ventas correspondientes al pasado mes de julio, dados a conocer por Anesdor (la patronal del sector de dos ruedas), no han sido tan buenos como se esperaba, es más, han sido horribles. El mes pasado se vendieron en toda España alrededor de 24.900 motocicletas y ciclomotores, lo que supone una caída del 38,3% en comparación con el mismo mes de 2008. Un 38% y con un plan de ayuda a la compra de motos!!! Quién sabe cómo hubiera ido el mes sin que este plan estuviera vigente.

Pero no todo pinta tan mal y parece que puede haber una solución más o menos factible para arreglar este desaguisado. Desde Anesdor siempre han mostrado su apoyo a este Plan y alegan que parte de la poca eficacia de esta medida en sus inicios ha sido provocada por la falta de designación de la entidad que tiene que encargarse de liquidar estas ayudas y también han señalado que por el momento únicamente han mostrado su adhesión a este programa las comunidades autónomas de Cataluña y Asturias.

Esperemos que una vez que todos estos detalles se solucionen y que cuando los consumidores se familiaricen con este Plan, las ventas de coches moderen sus caídas y se sitúen en niveles que permitan aguantar el chaparrón de la crisis a los trabajadores del sector.