Portabicicletas en coche, normativa y montaje (con vídeo)

Por Arturo Danielle

Tipo de transporte de bicicleta

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Una vez nos hemos aprendido todas las normas que debemos cumplir tenemos varias posibilidades para transportar la bicicleta, aquí os ponemos todas ellas con los pros y contras de cada uno y contando siempre con que se trate de elementos homologados.

Transportar la bicicleta en el interior

Es posiblemente la opción más utilizada pero debe considerarse la normativa al respecto que comentamos en la página anterior. Como ventajas más reseñables están el hecho de no necesitar más accesorios que los utilizados para sujetar la bici, además de resultar la opción más favorable en cuanto a consumo de combustible, pues es la única que tiene un efecto nulo en la aerodinámica. Por el lado negativo está el hecho de utilizar una parte del habitáculo, impidiendo con ello el transporte de compañeros o familiares. Además, y dependiendo del coche y/o de la bicicleta, es posible que tengamos que desarmar ruedas para que nuestra querida compañera quepa dentro del coche.

Utilizar un portabicicletas superior

Los portabicis de techo son sin duda los más económicos pero ofrecen diversos inconvenientes que es importante conocer. Con las bicicletas en la parte superior tendremos una aerodinámica muy desfavorecida, incidiendo negativamente en el consumo final del vehículo. Dado que se trata de un elemento no habitual resulta tremendamente común que los conductores dañen sus bicicletas al golpearlas en zonas bajas como garajes o gasolineras, hay que llevar mucho cuidado en este sentido, sobre todo en verano, pues entonces siempre estamos buscando sombra y es fácil olvidarse de la altura extra que transportamos. Además de lo anterior, subir la bicicleta a la parte superior suele ser más engorroso y complicado que situarla en portabicicletas traseros. No podemos olvidar por último la posibilidad de que, si no hemos sujetado muy bien la bicicleta o el portabicicletas no es muy bueno, podamos terminar con la bicicleta en el suelo o el portabicicletas doblado al realizar bruscas maniobras de cambio de trayectoria o frenada.

Portabicicletas trasero de bola

Quizás la opción más usada por los usuarios que más utilizan la bicicleta sea la de transportarla en portabicicletas específicos de bola. Con esta definición se denomina a aquellos diseñados para montarse sobre las bolas de remolque. Tienen como gran ventaja que su montaje resulta muy sencillo, pues prácticamente se realiza situando el portabicis sobre la bola y accionando un mecanismo que suele resultar muy sencillo. El gran inconveniente está aquí en el precio, pues el montaje de la bola en sí rara vez baja de los 300 euros y obliga, además, a realizar un montaje de instalación eléctrica para dar servicio a la posible carga transportada. Este montaje también tiene un coste que difícilmente baja de los 150 euros. Además de lo anterior estamos ante una variación de importancia en el vehículo que requiere homologación en la ITV, así es que más nos vale realizar bien el montaje para evitarnos fiascos.

Portabicicletas posterior sin bola

Ya sea en coches de dos o de tres volúmenes es posible transportar bicicletas en portabicis posteriores que no requieren bola. Su mayor inconveniente es un montaje bastante más engorroso que el de bola, aunque afortunadamente el precio del propio portabicis es claramente inferior y, además, no hay que gastarse el dinero en la bola. Pero si nuestro portabicicletas tapa la matrícula y las luces tendremos que hacernos con un portamatrículas y luces supletorias, obligándonos también a incluir una instalación eléctrica para dar servicio a las mismas. Por cierto, la realización de este montaje será conveniente que se realice dejando el enchufe en el maletero y no en una zona visible del vehículo, pues si se deja en el exterior podremos tener problemas con la ITV que, por un tema de vacío legal, no contempla la existencia de una toma de corriente cuando no existe una bola de remolque. Puedes ver aquí cómo montar la instalación eléctrica del portamatrículas legalmente.

Autor: Arturo Danielle