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Cupra Ateca 2.0 TSI 300 CV DSG7 4Drive 2018, prueba express

Por Gregorio Arroyo

Cupra Ateca 2018, foto delantera

No todos los días tenemos ocasión de probar el primer modelo de una nueva marca. Y menos aún hacerlo con un fabricante español. Y es lo que hemos hecho con el Cupra Ateca, el primer vehículo ya independiente de la matriz Seat. A su estela llegarán en 2019 un León Cupra R ST y un derivado de este Ateca que conducimos. Ya en 2020 se lanzará el nuevo Cupra León, el Cupra León ST y un Cupra CUV con una novedosa carrocería cupé.

En total serán, junto al actual León Cupra R, siete modelos, todos ellos basados en vehículos de Seat, por lo tanto se respetarán los nombres. A partir de 2021 Cupra ya comenzará a desarrollar vehículos propios, al margen de la matriz, e introducirá modelos híbridos enchufables, eléctricos y no se descartan variantes con GNC de alto rendimiento.

Lo cierto es que llevamos prácticamente nueve meses hablando de Cupra como marca con identidad propia, y ya teníamos ganas de ponernos al volante de su primer 'deportivo'. Curiosamente lo hace con este SUV de altas prestaciones, un Ateca que en lo básico no difiere en exceso de lo conocido, aunque supervitaminado para la ocasión.
 
Cupra Ateca 2018, foto trasera
 
En primer lugar el sello Cupra incorpora diferencias estéticas. Exteriormente se desmarca con un paragolpes y una parrilla con efecto nido de abeja en color negro brillante, matiz que se incorpora en otros detalles, como en los raíles del techo, los retrovisores, los marcos de las ventanas... Además incorpora un difusor trasero, las dobles salidas de escape o las exclusivas llantas de aleación de 19 pulgadas con pinzas de freno en negro. Sus dimensiones firman 4,38 metros de largo, 1,84 de ancho y 1,62 de alto (incluyendo las barras del techo).
 
También el interior recibe detalles propios que salpican a los estribos de las puertas, al volante, a los paneles de las puertas tapizados en Alcántara, a los asientos y en parte de la información y en la presentación del cuadro de mandos Digital Cockpit. La idea pasa por situar a Cupra entre el segmento generalista y los modelos premium con argumentos como la originalidad, la sofisticación y, por supuesto, las prestaciones.
 
La verdadera personalidad del Cupra Ateca la marca su propulsor. Se trata de un viejo conocido, un 2.0 TSI que incrementa la potencia hasta los 300 caballos, además de ofrecer un generoso par máximo de 400 Nm disponible entre 2.000 y 5.200 rpm. Se trata de un poderoso propulsor asociado siempre a una transmisión automática con doble embrague DSG de siete relaciones y a la eficaz tracción total 4Drive. Una combinación explosiva que convierte a este modelo en uno de los SUV más prestacionales y dinámicos del mercado.
 
Cupra Ateca 2018, foto Drive Profile
 
Nuestra toma de contacto se produce en Barcelona y sus alrededores, combinando todo tipo de escenarios. El asistente Drive Profile nos permite elegir entre seis programas diferentes de conducción, incluido uno Cupra que sustituye al 'tradicional' ECO, que no tiene cabida en este purasangre. Iniciamos los primeros kilómetros por las calles de la concurrida Ciudad Condal, con el modo Confort activado. No notaremos diferencias con respecto a un SUV sin tanta 'caballería' porque resulta agradable y confortable. Algo similar ocurre por autopista, donde el desarrollo de la séptima velocidad es algo más largo de lo habitual para calmar un tanto la sed.
 
En un escenario pacífico o en el día a día va perfecto, pero no tenemos un Cupra Ateca para 'desplazarnos' simplemente. Este vehículo pide 'marcha' y comenzamos a calentarnos en un tramo virado. Cuando aparecen las curvas activado el modo Sport y comprobamos que de inmediato todo va más 'duro' y más rápido, incluido la suspensión adaptativa y la dirección. Los balanceos de la carrocería ya están más controlados y el trabajo de la tracción total otorga una confianza extra, tras analizar la velocidad de cada rueda y el estilo de conducción para jugar con la motricidad en cada momento. Adelantamos sin esfuerzo porque su capacidad de aceleración y recuperación es sorprendente para un conjunto que con lo puesto, en orden de marcha, firma 1.615 kilos.
 
Cupra Ateca 2018, foto lateral
 
Lo mejor llegó en forma de sorpresa. Los organizadores nos tenían preparado un 'tramo cerrado', al más puro estilo del Mundial de Rallys, aunque reducido a apenas cuatro kilómetros de recorrido. Sin peligro de coches de frente, sin tráfico y sin miedo a radares, exigimos al Cupra Ateca al máximo. En esta ocasión apostamos por el modo Cupra y dejamos el control de estabilidad ESC en modo deportivo; también se puede desconectar totalmente, pero comenzaba a chispear y no parecía lo más adecuado. En la línea de salida conectamos el modo Sport en el selector del cambio, pisamos el freno a fondo, a continuación el acelerador, el motor sube de vueltas, se activa la función Launch Control en el cuadro, soltamos el freno y sale como un cohete. La salida es tan limpia y contundente que por el camino no se pierde ni un solo caballo. El 0 a 100 km/h lo cubre en 5,2 segundos (la primera relación es muy corta), pero el trazado, corto y virado, no dio opción para acercarse hasta los 247 km/h de velocidad punta que alcanza el vehículo.
 
En su estado natural sorprende lo bien que va cuando se le exige. La dirección es muy directa, los balanceos y cabeceos al acelerar o frenar prácticamente desaparecen y aunque el cambio protege el motor, desde la levas se gestionan los 300 CV perfectamente. El paso por curva sorprende por su rapidez y eficacia, más cuando sabemos que nuestro protagonista es apenas 10 milímetros más bajo que el Seat Ateca FR y que con respecto a éste los cambios son sutiles, a nivel de un tarado de suspensión algo más firme y la modificación de la barra estabilizadora trasera. El resto, como son los mapas de la dirección o del cambio, permanecen tal cual, lo mismo que el esquema McPherson delantero o el eje multibrazo trasero del chasis.
 
Cupra Ateca 2018, foto frenos Brembo
 
También vitales son los frenos. De serie monta unos discos delanteros sobredimensionados de 370 milímetros en lugar de 340, pero si nuestra exigencia es mayor podemos optar por unos frenos Brembo, más eficaces y menos propensos a la fatiga. Y otro aliado fiel son los neumáticos 245/40 R19, auténticas lapas sobre asfalto.
 
El asistente Drive Profile también nos ofrece la posibilidad de apostar por un modo de conducción Individual, otro más de nieve y un último Offroad. El primero nos permite regular diferentes parámetros al gusto, el segundo dulcifica la 'entrega' del motor y el último hace lo propio y ajusta la electrónica para poder afrontar pistas de tierra y retos sencillos fuera del asfalto. Y hasta ofrece un práctico control de descensos. Y una cosa a destacar: el sonido del motor que mana por la doble salida trasera en el modo Cupra es natural, sin interferencias electrónicas de por medio.
 
Por cierto, el consumo medio homologado de esta fiera ese de 7,4 litros cada 100 kilómetros, pero en nuestra toma de contacto se disparó hasta los 9,2 litros, sin contabilizar el tramo cerrado, donde a máxima exigencia rondaban los 13 litros en el ordenador.
 
Cupra Ateca 2018, foto salpicadero
 
Nuestro protagonista, como hemos comentado, quiere situarse entre los rivales generalistas y los premium, por eso no se regala precisamente. El Cupra Ateca cuesta 44.900 euros, precio al que se le puede aplicar descuentos de hasta 3.500 euros si incluimos la financiación. Y con esa tarifa disfrutaremos de un equipamiento de serie demoledor, en el que destacamos un control dinámico del chasis (DCC), el asistente Drive Profile con el modo añadido Cupra, frenada de emergencia con detector de peatones Front Assist y control de crucero adaptativo ACC, asistente de atascos Traffic Jam Assist, reconocimiento de señales de tráfico, asistente de cambio de carril, detector del ángulo muerto y de fatiga del conductor, frenado automático postcolisión, alerta de tráfico cruzado en la zaga, faros Full Led, control de descensos, asistente de arranque en rampa, cuadro de mandos Digital Conckpit de 10,25 pulgadas, Full Link y sistema de navegación Plus con pantalla táctil de 8 pulgadas, portón eléctrico con función manos libres, cámara 360 grados, asistente de aparcamiento automático Park Assist, climatizador bizona, freno de estacionamiento eléctrico, llantas de aleación de 19 pulgadas, cargador inalámbrico... No está nada mal.
 
 
También se ofrece una suculenta carta de opciones, en la que destacaríamos los elementos más deportivos, como unos asientos tipo Bucket rematados en Alcántara, eléctricos y calefactados, o el menciondado sistema de frenos Brembo, que cuesta 2.447 euros.
 
Cupra Ateca 2018, foto asientos tipo Bucket
 
Por último, señalar que Cupra ya cuenta con su propia sede en Martorell y para el primer trimestre de 2019 dispondrá de 277 concesionarios, 107 de ellos en Alemania, su principal mercado. Junto a España, Reino Unido, Suiza y Francia supondrá el 80 por ciento de las ventas de Cupra. Además, la nueva marca española también protagonizará eventos y actividades propias, amén de colecciones exclusivas de estilo de vida.
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Publicado el: 11/11/2018
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