Ford Fiesta TDCi 90 CV

Diseñado con fundamento

Las líneas maestras del Ford Fiesta están basadas en los Verve Concept I y II. Antes incluso de la creación de estos prototipos se llevaron a cabo estudios a nivel mundial que terminaron por conformar lo que han llamado en la marca "One Ford".

Tal y como explican sus creadores, no es sólo un nuevo coche, sino un nuevo proceso que define el futuro del desarrollo de productos de Ford a través del cual nacerán otros vehículos de la marca, pero... ¿Cuál ha sido el resultado?

(Vídeo de la prueba realizada por MotorGiga)

En su comportamiento dinámico el Fiesta no puede negar su parentesco con el Mazda 2. Cierto que tiene personalidad propia, pero comparte características comunes como la agilidad en carretera y una agradable sensación de control y dinamismo.

La oferta mecánica del Ford se limita, de momento, a tres motores de gasolina y dos de gasóleo. Entre los primeros, sus cilindradas de 1,25, 1,4 y 1,6 litros alcanzan potencias de 82, 96 y 120 CV respectivamente. Los diésel, por su parte, alcanzan 68 ó 90 CV en cilindradas de 1,4 y 1,6 litros.

En MotorGiga hemos tenido la oportunidad de probar más a fondo la unidad TDCi de 90 CV en acabado Sport, un motor con virtudes como el empuje y la suavidad de marcha sin pedir por ello elevadas facturas en consumo de combustible. Todos los Fiesta están especialmente bien adaptados a la conducción en zonas viradas, una virtud que se acrecienta cuando se trata del acabado Sport.

A sus mandos, el conductor encuentra un habitáculo que invita a conducir, con una palanca de cambios de buen funcionamiento y un agradable tacto de todos los mandos. El tumbado pilar A limita la visión en curvas a izquierdas, pero esta circunstancia es relativamente habitual en los coches modernos.

Los conductores más corpulentos pueden sentirse un poco agobiados en el puesto de conducción, aunque si son amigos de la deportividad, las sensaciones ofrecidas al volante harán olvidar este pequeño detalle.

La personalidad diésel de la mecánica sólo limita la deportividad en la zona alta del cuentavueltas, debiendo por ello buscar siempre la zona media para encontrar una buena respuesta al acelerador. Con 90 CV de potencia, no se trata de un hiperdeportivo, sino de un automóvil rápido y ágil con el que disfrutar de la conducción sin pagar el sobreprecio de unos exagerados consumos.

(Vídeo de los interiores)

Su motor y el buen hacer de chasis y suspensiones permiten desplazamientos interurbanos por todo tipo de carreteras disfrutando, además, de una satisfactoria sensación de calidad en acabados, materiales e incluso rodadura.

Según afirman en Ford, el diseño interior está configurado para ofrecer una cabina tipo Cockpit, ofreciendo las funciones más importantes orientadas hacia el conductor. Es cierto que el manejo de las funciones ofrecidas por el coche se realiza sin dificultad, existiendo un gran abanico de posibilidades a disposición de conductor y acompañantes.

En la zona inferior del salpicadero se aglutinan, por ejemplo, tomas de corriente, USB y auxiliar. El ordenador de a bordo se maneja desde el volante y está disponible el control por voz de diferentes sistemas. Los controles de la radio se ubican en la zona izquierda del propio volante, quedando en la derecha el manejo del control de crucero.

La utilización de diferentes colores no ha sido aleatoria. Ruth Pauli, diseñadora jefe de colores y tapicerías de Ford Europa afirma que “El color juega un papel importante para crear un contacto emocional con los clientes”,  “Con el nuevo Fiesta, hemos seleccionado colores expresivos en armonías y contrastes correctos, junto con materiales de calidad como el buen tacto de la piel. Dichos detalles incorporan una sensación de alta calidad en un coche de pequeño tamaño”.

A nuestro parecer, las diferentes combinaciones de color dan al Fiesta una frescura atípica en este segmento al tiempo que aportan una sensación de calidad superior a la media. En cuanto al espacio interior, las plazas traseras no son lo más destacado, mientras que en la carrocería de tres puertas la ausencia de memoria de los asientos delanteros tampoco mejora el panorama.

Por lo demás, la sensación que nos ha dejado el Fiesta es la de ser un automóvil atractivo sin menoscabo de la calidad, fresco en su diseño y pensado para aportar un grado de diferenciación muy superior a la anterior generación del pequeño Ford. 

Marin Burela, director ejecutivo de Coches pequeños de Ford, desarrolló el nuevo Fiesta para todo el mundo.“Es un proyecto increíblemente emocionante”, dice Burela. “El nuevo Fiesta marca un hito para Ford. Es nuestro vehículo global más importante desde el modelo T y anuncia el futuro para el desarrollo de productos de Ford”.

“El estilo es el rey”, explica Burela. “Así que al diseñar el Verve Concept –y en definitiva el nuevo Fiesta– se trataba de juzgar las sutiles diferencias en preferencias de diseño, más que ajustarse a tratamientos completamente separados. La recepción inicial de los tres vehículos Verve Concept lo dijo todo, ya que el diseño central funcionó con todo el mundo”.