Realizar cientos de kilómetros a bordo del Mercedes Benz Clase B y comprobar el manejo y funcionamiento de algunos de sus elementos es una de esas experiencias que te hace sentir mayor apego por los modelos de la marca. Puede que algunos gadgets del coche no tengan esa imagen ultramoderna de otras realizaciones actuales, pero la eficacia y racionalidad de todos los sistemas es la tónica general en el Clase B, haciendo así honor a ese supuesto tópico de la calidad alemana.
Por otra parte contamos también con un mando central que permite acceder a todas las posibilidades de la pantalla central, en la que se manejan todos los elementos a los que se puede tener acceso desde el volante y también alguno más. Curiosamente existe cierta duplicidad de mandos, pues también hay botones en la consola central con los que acceder directamente también a alguno de los sistemas controlados con el mando giratorio central.
Un sistema que nos ha parecido excesivamente arcaico en comparación con la competencia es el de ayuda al aparcamiento trasero. Compuesto por unas luces ubicadas en la parte superior trasera del techo, este sistema suele estar compuesto en otros vehículos por un pictograma en la pantalla central que nos da una imagen cenital del vehículo junto con barras coloreadas que indican la cercanía de los objetos.
Otros artículos relacionados con la prueba del Mercedes Benz Clase B 2011