Mercedes Benz Clase B, historia y antecedentes

 

Con una batalla de 2,9 metros y una longitud de 4,19 metros el Vaneo disponía también de una altura de nada menos que 1,83 metros, haciendo que su centro de gravedad fuera tremendamente elevado en comparación con el resto de medidas del conjunto (tenía una anchura de 1,74 metros). Este vehículo dispuso en principio de motores de gasolina de 1.6 litros con 82 y 102 CV y también de un 1.9 con 125 CV de potencia, mientras que en diésel se ofrecía con dos variantes del tetracilíndrico 1.7 de la marca en potencias de 75 y 91 CV.

 

La salida al mercado del Clase B supuso una nueva ruta de la marca en el segmento, proporcionando un automóvil más tipo turismo (el Vaneo incorporaba incluso un volante tremandamente horizontal al más puro estilo furgoneta) aunque todavía con algunas carencias que debieron ser corregidas con la aparición de la nueva generación en el 2011.  Con una batalla algo más reducida que el Vaneo (2,78 metros) el Mercedes Benz Clase B aumentó en longitud (4,27 metros) y en anchura (1,78 metros) situándose su altura claramente por debajo de aquel, pues se quedaba en 1,61 metros. Los motores de gasolina fueron claramente mejorados, comenzando la oferta con el B150 de 1,5 litros y 95 CV para continuar en el B170 de 1,7 litros y 116 CV y ofreciéndose incluso el B200 con motor 2,0 litros de 136 CV. No sólo eso, también existió una versión del motor dos litros que, gracias a la sobrealimentación mediante turbo, alcanzaba nada menos que 193 CV de potencia. En cuanto al diésel se abandonó la mecánica de 1,7 litros en favor de un 2,0 en versiones de 109 y 140 CV muy frugales en consumo pero también mucho más rumorosas de lo esperado en un Mercedes.

 

 

Esta primera generación del Mercedes Benz Clase B contó con un restyling en el 2008 y la posibilidad de contar con el sistema start/stop, siendo sustituido totalmente en el 2011 con la aparición de la segunda generación en el Salón de Frankfurt.

 

 

 

Entre las grandes novedades del nuevo Clase B se encuentra una configuración mecánica más enfocada a conseguir buena dinámica de conducción, con lo que se abandonó la estructura tipo sandwich utilizada hasta entonces y heredada del Clase A y se pasó a montar motores más eficientes y racionales. Esta segunda generación dispone de dos versiones del motor de 1,6 litros que, incorporando sobrealimentación por turbo en ambas, ofrece 122 y 156 CV de potencia.  En motores de gasóleo los nuevos 180CDI y 200CDI se corresponden con las dos versiones del motor de 1,8 litros de inyección directa por conducto común con potencias de 109 y 136 CV. Todas las versiones cuentan en esta generación con control de estabilidad y caja manual de seis relaciones, estando también disponible como opción en todas las mecánicas un cambio manual robotizado de doble embrague y siete marchas.

 

 

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