Martes - 19.Marzo.2024
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30 años de un icono: Citroën AX

Por Miguel Galán

En 1986 Citroën regresa del al mercado de los coches pequeños con un modelo totalmente inédito, presentando en el Salón del Automóvil de París el coche que revolucionaría el sector del automóvil: el Citroën AX.

Citroën Ax Origen de la leyenda

Presentación del Citroën AX en el Salón del Automóvil de Paris de 1986 y el modelo al que sucedió (Citroën LNA)

 

A finales de los años sesenta el fabricante francés Citroën fundó junto a la italiana Fiat una empresa conjunta denominada Pardevi para el desarrollo de un nuevo modelo de turismo de reducidas dimensiones. De este proyecto cada fabricante obtuvo algo que cambió el rumbo constructivo previsto por cada una de ellas: Fiat lanzó al mercado el exitoso modelo 127 mientras que Citroën sólo obtuvo un mayor agujero contable que limitó gran parte de sus lanzamientos originariamente proyectados para los años 70. Esto provocó que a principios de los años 80, en el furor de los coches pequeños, el fabricante francés contara en la parte más baja de catálogo con dos modelos que eran tan nuevos como viejos. Por un lado contaba con el Citroën Hélène (LN / LNA) que no dejaba de ser una interpretación de bajo coste de los Peugeot 104. Por otro lado estaba el Citroën Visa lanzado en 1978 aunque previsto para 1973 y que estaba realizado sobre la base del vetusto Citroën 2CV y que finalmente logró ver la luz gracias a la financiación de Peugeot y a las ayudas del protector y centralista gobierno francés en acuerdo con el gobierno rumano.

Por otro lado, la unión de Peugeot y Citroën había aportado un lastre muy difícil de soportar y que se llamaba Talbot que a pesar de su pasado glorioso estaba llamada a comercializar las gamas más bajas de los fabricantes Citroën y Peugeot.

Fue entonces a lo largo del año 1982 cuando Citroën, siempre bajo el control de “papá Peugeot”, se puso a trabajar para el desarrollo de un nuevo modelo totalmente nuevo con la premisa de buscar la máxima económica tanto en los procesos de fabricación como de posterior adquisición y mantenimiento. Este proyecto se materializó en el salón del automóvil de París de 1986 con el nombre de Citroën AX, sucesor del Citroën LNA.

Durante la presentación de este nuevo vehículo la crítica se mostró favorable con el diseño general de vehículo tanto interior como exterior, sobre todo con su coeficiente aerodinámico de tan sólo 0’31 y por la ligereza del conjunto, ya que el Citroën AX era en torno a unos 100kg más ligero que otros automóviles equivalentes. A pesar de su diseño simple contaba con elementos como el pequeño alerón integrado en el su parte exterior que rompían la monotonía de sus líneas quizás excesivamente rectas. Incluso la estudiada austeridad de sus modelos más básicos fue férreamente defendida por la prensa francesa más conservadora.

La plataforma del Citroën AX era totalmente nueva. Estaba equipada con suspensión delantera MacPherson y trasera de brazos de arrastre y barra de torsión. El sistema de frenos era mixto y contaba con discos delanteros y tambores traseros y la dirección no contaba con ningún tipo de asistencia. Los motores también eran nuevos y recibieron el nombre bloques TU, aunque no dejaban de ser una evolución de los motores X de Peugeot que Citroën ya montaba incuso antes de la fusión de ambas marcas.

En el momento de su presentación se proyectaron tres posibles variantes mecánicas, todas ellas tetracilíndricas. El modelo más básico AX 10, no disponible en todos los mercados, equipaba un bloque de 954cc y 45cv y estaba equipado únicamente con cambio manual de 4 velocidades. El cambio de cinco velocidades estaba reservado para los AX 11 (1.124cc -55cv) y AX 14 (1.360cc – 65cv).

En cuanto a los niveles de equipamiento, y siempre según mercados, estaban disponibles los acabados E (más básico), RE, TRE, TRS y TZS (más equipado). Aunque los acabados más básicos podían resultar exageradamente austeros, los más completos, disponibles sólo sobre la base mecánica del AX 14, contaban con detalles poco habituales en el segmento como los paneles de las puertas tapizados en tela, guantera con tapa e incluso telemando de apertura de puertas.

En cualquier caso era fácil encontrar un Citroën AX adecuado a cada bolsillo y cada necesidad gracias a la amplia combinación de motores y equipamientos disponibles y la agilidad que le otorgaba su bajo peso (desde 650kg). Sólo había un punto negro en el desarrollo de este utilitario y que no se supo (o pudo) arreglar en toda su vida comercial: su escasa protección pasiva.

A lo largo del año 1987 la gama del Citroën AX se fue completando con la aparición de la más práctica carrocería de cinco puertas, con la introducción de la versión deportiva AX Sport, con motor 1.290cc – 95cv y un peso de tan sólo 715kg gracias a su reducido equipamiento.

En 1987 se presentó uno de los Citroën AX más exitosos y valorados: el GT: Estaba equipado con un bloque de 1.360cc – 86cv que permitía a este ligero utilitario alcanzar los 180 km/h o acelerar desde parado a 100 km/h en menos de 10 segundos. Aprovechando este lanzamiento, los Citroën AX 14 aumentaron su potencia desde los 65 hasta los 70cv.

1998 fue el año en el que se presentó uno de los Citroën más exitosos de todos los tiempos, el AX diésel. Estaba esquipado con un modesto motor de 1.360cc – 53cv y sus prestaciones eran mínimas, pero anunciaba un consumo medio homologado de sólo 4’6 l/100km. Estaba disponible con los tres acabados más básicos y se comercializaba como AX 14D, 14 RD ó 14 TRD con niveles de equipamiento similares a los E, RE y TRE.

A lo largo del año 1989 algunos países europeos comenzaron a modificar ligeramente el nombre de los distintos niveles de equipamiento. De esta forma los E/D y RE/RD pasaron a denominarse TE/TD y TGE/TGD. Sólo fue un cambio de denominaciones para ofrecer un producto “nuevo” sin ningún tipo de variaciones ni en lo que respecta a la mecánica ni al nivel de equipamiento.

En 1990 despareció la versión AX Sport y se lanzó el AX GTi dotado del motor 1.360cc – 98cv, alimentación por inyección y un equipamiento similar al del AX GT. Otro modelo que llegó al mercado fue el AX 14 4x4 equipado con tracción integral conectable.

En 1991 se introdujo una actualización estética que modificó tímidamente el aspecto al Citroën AX. Los intermitentes delanteros pasaron a ser blancos, la parrilla tenía un nuevo diseño y en general el coche se benefició de pequeños retoques que rejuvenecieron su aspecto sin modificar sus líneas en absoluto. En muchos países se sustituyó la nomenclatura de los distintos niveles de equipamiento por otros más atrayentes sobre todo para el público más joven. En España se mantuvieron los nombres compuestos por una, dos o tres letras y se dejaron los nombre con palabras para las infinitas series limitadas con las que se vendió el coche, aunque a veces el concepto se serie limitada era sólo por el nombre, ya que no existía ni una variación en el equipamiento ni en el motor.

En 1992, debido a la introducción de las nuevas leyes europeas de emisiones se modificaron todos los motores para dotarlos de inyección electrónica y se mejoró el rendimiento de gran parte de ellos. El 1.0i pasó ofrecer 50cv y comenzó a estar disponible con cambio manual de cinco velocidades. El 1.1i pasó a ofrecer 60cv y el 1.4i aumentó su potencia hasta los 75cv. Eso sí, a pesar de tratarse de leyes antipolución, el consumo medio aumentó en todos ellos. De hecho el 1.4i 75cv homologaba un consumo medio de 6’4 l/100cv cuando un Fiat Punto 75 de primera generación homologaba 6’0 aún siendo un coche mucho más grande y pesado.

Curiosamente los modelos GTi redujeron su consumo una décima pero limitaron su potencia hasta los 94cv y los modelos de gasóleo sin embargo redujeron su consumo y aumentaron su potencia hasta los 55cv.

Entre los años 1994 y 1995 Citroën comenzó el proceso de reducción de gama del urbano favorito en gran parte de los países europeos. Los primeros en dejar el catálogo fueron los modelos que menos ventas registraban: los AX GTi y los AX 4x4. Al mismo tiempo los modelos diésel comenzaron a usar un nuevo bloque de 1.527cc – 57cv que mejoraba tímidamente las prestaciones pero ofrecía también un consumo más alto que el anterior de 1.360cc.

En 1996 se lanza su sucesor, el Citroën Saxo, y el fabricante vuelve a hacer otro recorte en la gama. Desaparece el 1.0i con caja de cinco velocidades y los niveles de equipamiento se limitan a uno o dos, según mercado, y siempre vendidos bajo distintas series especiales ofertadas a precios muy bajos hasta que en 1998 se descatalogar totalmente al Citroën AX europeo y limitar su producción al fabricante malayo Proton para el abastecimiento del mercado local.

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