Jueves - 05.Diciembre.2024 |
A finales de los años sesenta el fabricante francés Citroën fundó junto a la italiana Fiat una empresa conjunta denominada Pardevi para el desarrollo de un nuevo modelo de turismo de reducidas dimensiones. De este proyecto cada fabricante obtuvo algo que cambió el rumbo constructivo previsto por cada una de ellas: Fiat lanzó al mercado el exitoso modelo 127 mientras que Citroën sólo obtuvo un mayor agujero contable que limitó gran parte de sus lanzamientos originariamente proyectados para los años 70. Esto provocó que a principios de los años 80, en el furor de los coches pequeños, el fabricante francés contara en la parte más baja de catálogo con dos modelos que eran tan nuevos como viejos. Por un lado contaba con el Citroën Hélène (LN / LNA) que no dejaba de ser una interpretación de bajo coste de los Peugeot 104. Por otro lado estaba el Citroën Visa lanzado en 1978 aunque previsto para 1973 y que estaba realizado sobre la base del vetusto Citroën 2CV y que finalmente logró ver la luz gracias a la financiación de Peugeot y a las ayudas del protector y centralista gobierno francés en acuerdo con el gobierno rumano.
...leer másComo ya he comentado en numerosas ocasiones, en los últimos cuarenta años la longitud total de los coches ha ido creciendo a pasos agigantados y las “necesidades” de los conductores, por decirlo de alguna manera, se han multiplicado hasta el infinito. Hoy en día nadie se extraña al ver las ciudades infectadas de enormes vehículos con estética de todo terreno que se descomponen con sólo intentar subir el bordillo de la acera. Sin embargo, la unión de la empresa relojera suiza Swatch y de la automotriz Daimler Benz tuvo la idea de hace renacer el concepto de vehículo urbano realmente adaptado al tamaño y a los problemas de tráfico de ciudades del siglo XXI.
...leer másEn los últimos años están apareciendo una serie de vehículos de pequeño tamaño supuestamente adaptados a un uso eminentemente urbano a los que los fabricantes equipan tanto con potentes motorizaciones como con unos equipamientos difícilmente justificables y/o útiles para moverse por la ciudad. Todas estas innovaciones, por desgracia, vienen acompañadas de unos precios de salidas que en la mayoría de los casos superan a la de sus hermanos de gama compacta. Ejemplos hay muchos: el Renault Twingo es más caro que el Clio, el Peugeot 108 es más caro que el 208…
Hay que echar la vista unos años hacia atrás para encontrar a uno de los últimos vehículos urbanos equipados con mecánicas adaptadas a la gran ciudad, con unos niveles de equipamiento más que suficientes para corretear por la calles y, sobre todo, con un precio adaptado también al producto: estoy hablando del Fiat Seicento.
...leer másNadie puede negar que el Citroën 2CV fue un coche que entró en el corazón de gran parte de los europeos por su sencillez, fiabilidad y por su estética simpática y divertida. Lógicamente, tampoco se puede negar que los años pasan para todos y el Citroën 2CV había quedado más que obsoleto en todos los aspectos (mecánicos, ecológicos, de seguridad…). De hecho, cuando en 1990 cesó su producción se derramó más de una lágrima a lo largo y ancho de Europa. Para aliviar este baño de lágrimas, el fabricante Francés decidió relanzar el concepto del Deux Chevaux Vapeur pero convenientemente adaptado al siglo XXI.
...leer másLa historia de la automoción está salpicada de fracasos comerciales de vehículos que pretendieron ser y/o aparentar lo que no eran y que por ende no gozaron del beneplácito del gran público. Esto no quiere decir que fueran malos coches ni mucho menos, sencillamente que la supuesta identidad que el fabricante quiso imprimir en sus productos no fue la más acertada o no supo ser correctamente interpretada por el mercado. Hay ejemplos claros en todos los segmentos aunque dependiendo de la marca, la prensa escrita lo disfraza de una forma u otra. Por ejemplo a nadie se le escapa que tanto el Volkswagen Phaeton o los Mini Coupé y Roadster han sido un auténtico fracaso comercial, pero la prensa “especialista” prefiere hablar de cortas y exclusivas tiradas, dejando el término de fracaso a vehículos de marcas más generalistas, como cuando se refieren al estupendo Peugeot 1007.
La tercera (y actual) generación del Renault Twingo se presentó oficialmente en el salón internacional del automóvil de Ginebra del año 2014. Este nuevo modelo presenta una estética que nuevamente vuelve a romper con anteriores generaciones para acercar su diseño al del Renault 5.
Con 3’60m de longitud total, el Renault Twingo III es más corto que su antecesor, al que supera en 8 centímetros en altura y en nada menos que 12 centímetros en distancia entre ejes. Este último dato es debido a que el nuevo Renault Twingo está construido sobre una plataforma de motor trasero y propulsión (tracción trasera) desarrollada conjuntamente con el grupo Daimler-Benz y que comparte con los Smart ForFour y, debidamente recortada, con los ForTwo.
La presentación del sustituto de la primera generación del Renault Twingo estaba inicialmente prevista para el año 2000 con el objetivo de iniciar su comercialización hacía el año 2002. Sin embargo el proyecto se fue postergando y ralentizando hasta que no fue en el salón de París del año 2006 cuando se presentó un prototipo de estética muy agresiva que anticipó en cierta manera las formas del Renault Twingo II que se presentaría oficialmente en el salón de Ginebra del año 2007.
Se puede afirmar que los coches urbanos tal como los conocemos hoy en día nacieron entre los 60 y los 70 y que fueron principalmente los italianos y posteriormente los franceses los que más impulsaron esta nueva categoría en auge que satisfacía por partes iguales a los que buscaban un segundo vehículo para el núcleo familiar y a los que querían un coche que fuera tan económico en la compra como en el mantenimiento. En este sentido el fabricante francés Renault lanzó en 1972 el modelo Renault 5 que con una longitud de 3,52m y su sencillez mecánica lo convirtió en todo un éxito en el país galo.
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