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De hecho, si tomamos como referencia el último gran premio de F1 disputado en Singapur, queda claro que nadie – ni en Renault, ni en el paddocken general, ha echado de menos a Flavio Briatore. Quizá solo las cámaras que, una y otra vez, nos enfocaban primeros planos de su poco esbelto cuerpo, o del “angelito” hablando con uno o con otro personaje quizá de la misma calaña, le hayan echado de menos. Pero, en líneas generales, nadie, absolutamente nadie ha encontrado a faltar a Briatore. De si la sanción impuesta a este personaje es exagerada o no, no voy a entrar. Solo me permitiré dos apuntes, dos reflexiones personales sobre el tema: un Briatore en la F1 es más controlable que un Briatore libre pululando por el mundo. Y prefiero antes a un sinvergüenza como Briatore, que a un niñato, un "teleñeco" chivato como Piquet.

De hecho, si tomamos como referencia el último gran premio de F1 disputado en Singapur, queda claro que nadie – ni en Renault, ni en el paddocken general, ha echado de menos a Flavio Briatore. Quizá solo las cámaras que, una y otra vez, nos enfocaban primeros planos de su poco esbelto cuerpo, o del “angelito” hablando con uno o con otro personaje quizá de la misma calaña, le hayan echado de menos. Pero, en líneas generales, nadie, absolutamente nadie ha encontrado a faltar a Briatore. De si la sanción impuesta a este personaje es exagerada o no, no voy a entrar. Solo me permitiré dos apuntes, dos reflexiones personales sobre el tema: un Briatore en la F1 es más controlable que un Briatore libre pululando por el mundo. Y prefiero antes a un sinvergüenza como Briatore, que a un niñato, un "teleñeco" chivato como Piquet.

Los F1 llegaron a Europa. En Barcelona quién más quién menos había avisado que tras el periplo que se inició en Australia y que continuó en Asia, pasando por los emiratos árabes, en Barcelona habrían muchas novedades técnicas. Una vez disputado el G.P. de España, todo o casi todo sigue igual: los Brawn GP intocables, los Red Bull (sin ningún cambio técnico) sorprendiendo una vez más y un Fernando Alonso entusiasmado por haber conseguido un quinto lugar… Lo dicho: que todo sigue igual.

Los F1 llegaron a Europa. En Barcelona quién más quién menos había avisado que tras el periplo que se inició en Australia y que continuó en Asia, pasando por los emiratos árabes, en Barcelona habrían muchas novedades técnicas. Una vez disputado el G.P. de España, todo o casi todo sigue igual: los Brawn GP intocables, los Red Bull (sin ningún cambio técnico) sorprendiendo una vez más y un Fernando Alonso entusiasmado por haber conseguido un quinto lugar… Lo dicho: que todo sigue igual.

Tras lo visto hoy en el circuito de Montmelo, donde mañana se disputará el G.P. de España de F1, creo que no me equivoco si afirmo, sin complejos, que mañana esta carrera será de las que pasarán a la historia, al menos durante las primeras vueltas. Y lo digo porque Raikkonen (Ferrari) y Alonso (Renault) colocados en la primera fila de la parrilla de salida, con Massa (Ferrari) y Kubica (BMW) en la segunda linea, aseguran un buen espectáculo. Particularmente en la primera curva a derechas de final de recta. Para evitar comentarios jocosos, diré -por quedar bien- que los McLaren de Lewis Hamilton (el que se lía con los botones de su volante) y Kovalainen, ocuparán la tercera fila, pobre resultado, pero allí estarán. Ya lo he dicho.

Tras lo visto hoy en el circuito de Montmelo, donde mañana se disputará el G.P. de España de F1, creo que no me equivoco si afirmo, sin complejos, que mañana esta carrera será de las que pasarán a la historia, al menos durante las primeras vueltas. Y lo digo porque Raikkonen (Ferrari) y Alonso (Renault) colocados en la primera fila de la parrilla de salida, con Massa (Ferrari) y Kubica (BMW) en la segunda linea, aseguran un buen espectáculo. Particularmente en la primera curva a derechas de final de recta. Para evitar comentarios jocosos, diré -por quedar bien- que los McLaren de Lewis Hamilton (el que se lía con los botones de su volante) y Kovalainen, ocuparán la tercera fila, pobre resultado, pero allí estarán. Ya lo he dicho.