El gran reclamo, o uno de los grandes reclamos, del Citroen C4 Picasso y también del Grand C4 Picasso, es el amplio espacio disponible en la segunda fila de asientos. Al sentarnos en ellas volvemos a encontrar esa satisfactoria sensación de amplitud que ya disfrutábamos delante. Si somos adultos y hemos dejado los reposacabezas en su posición más baja apoyaremos la espalda sobre los mismos resultando incómodo, por lo que tendremos que subirlos y nos encontraremos que sólo disponen de una altura y, además, no se pueden regular en distancia a la cabeza. Sí que disponemos de unos apoyos laterales que podemos modificar siempre y cuando seamos fornidos (o, como diría un amigo, estemos más fuertes que el vinagre) y desde luego un niño no lo tendrá nada fácil para manipularlas.
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La visibilidad hacia atrás queda claramente comprometida si utilizamos el reposacabezas central, pero esta situación no tiene mayor problema, pues dicho reposacabezas puede quedar bajo si el asiento no está utilizado y, si se usa, será el ocupante central el que limite lógicamente la visibilidad. La gran ventaja del modelo está en la presencia de tres asientos totalmente independientes, con anclajes isofix y su correspondiente top tether en la parte posterior. Aunque los anclajes no son de los más modernos en los que es tremendamente sencillo encontrar la posición de la silla sí que ofrecen bastante facilidad por ser bastante accesibles.
Cada uno de estos tres asientos posteriores dispone de regulación longitudinal y también de inclinación del respaldo. El único problema radica en que no podemos estar sentados para regular la inclinación sino que deberemos variarla en una posición semigirada e ir probando posteriormente para conseguir la postura que deseamos.
Entre los elementos realmente destacables en el aspecto positivo están las posibilidades de control de climatización, pues además de contar con cristales tintados también podemos disponer (dependiendo del equipamiento) de cortinillas lateras y también de unas salidas de aire laterales con control de caudal a las que se añaden otras ubicadas bajo los asientos delanteros. Por el contrario la existencia de un techo de cristal tapado únicamente con cortinilla traslúcida será seguro un defecto para quienes circulen habitualmente por zonas de gran incidencia solar.
Los niños serán felices en estas plazas por varios motivos, y entre ellos se encuentra sin duda la existencia de unas mesas bien pensadas en las que disponen de luz individual y de una práctica goma elástica a la que sujetar materiales de dibujo o, porqué no, algún muñeco o juguete de esos que parecen ser el mejor amigo del "mundo mundial" de nuestros pequeños. Pero si se aburren de pintar o de jugar con las mesitas también pueden contar con el sistema multimedia con el que poder disfrutar de películas o juegos y no estorbar a conductor y acompañante gracias a la posibilidad de utilizar cascos.
Aunque las puertas posteriores no disponen de excesivo hueco el Citroen C4 Picasso remedia esta situación con sendas bolsas flexibles tras los asientos delanteros y con unos prácticos huecos con tapa bajo nuestros pies. En el caso de que llevemos el sistema de sonido especial de JBL el hueco derecho quedará sacrificado pero al menos contaremos con el hueco izquierdo.
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