DFSK y Dongfeng Motor Corporation te pueden sonar a chino… y acertarás. La primera es una de las marcas del segundo, un gigante asiático que vende millones de camiones, autobuses y automóviles en todo el mundo, además de participar en el accionarado de marcas como el Grupo PSA o fabricar en conjunto con Renault y Honda, entre otras. Ahora, de la mano del Grupo Invicta, recala en nuestro país con modelos tan llamativos como el DFSK 580, un SUV de siete plazas imbatible en precio.
Llevo años escuchando que los vehículos chinos desembarcarán en Europa y lo pondrán todo patas arriba. De momento no ha sido así y las preguntas surgen de inmediato: ¿hay algunas posibilidad real de que un modelo de ese país triunfe finalmente en el Viejo Continente? Creo que los prejuicios en aspectos como la seguridad todavía pesan en muchos conductores europeos, más exigentes que los asiáticos. Entonces, ¿son seguros los coches chinos? Hemos probado a fondo este modelo para comprobarlo.
¿Cómo es el DFSK 580 GLP 2019?
Se trata de un
SUV que ofrece siete plazas, un motor bifuel de gasolina y GLP (Gas Licuado del Petróleo) que le permite optar a la etiqueta medioambiental ECO de la DGT, cambio automático, tracción exclusivamente delantera, aparente, muy bien equipado, dinámicamente algo más torpe que su rivales europeos, e imbatible en precio. Nuestro compañero David Ayala ya nos avanzó una primera toma de contacto estática y quedó sorprendido por su amplitud y contundencia a la hora de rematar el producto. Ahora toca completarlo con una prueba dinámica para examinarlo en marcha.
Medidas del DFSK 580 GLP 2019
El DFSK 580 mide 4,68
metros de largo, 1,85 de ancho y 1,72 de alto. La distancia entre ejes es 2,78 metros y presenta una altura libra al suelo de 20 centímetros, generosa para lo que se estila en este segmento D-SUV. El
peso en orden de marcha es de 1.510 kilos. No entraremos en el aspecto exterior, para gustos los colores, pero hay que reconocer que su imagen goza de personalidad, resulta dinámica y no es nada rebuscada.
Interior y maletero del DFSK 580 GLP 2019
Dos cosas llaman la atención al acceder al interior. La primera es el espacio, algo que esperábamos; la otra es la calidad, más de la que esperábamos. No es que abrume, pero
está rematado con contundencia a nivel de ajustes e incluso se rodea de materiales mullidos. El cuadro de mandos es claro en su información, la pantalla táctil de 9 pulgadas del salpicadero resulta intuitiva y también se puede manejar desde un mando giratorio situado en la consola central, junto al freno de estacionamiento electrónico. El volante multifunción sólo se regula en altura y las butacas, tapizadas en cuero con el acabado superior Intelligent, son amplias y sujetan lateralmente con cierta eficacia.
Pasamos a la segunda fila. Más de lo mismo. Suma detalles prácticos, como una regulación longitudinal por secciones (60/40) y varios niveles de inclinación de los respaldos, aspectos que permiten jugar con el espacio para las piernas. El piso plano facilita el acomodo del ocupante de la plaza central y no se priva de unas salidas de aire específicas para esas plazas.
La tercera fila, como suelo ser habitual, resulta un incordio a la hora de acceder o salir, pero una vez ubicados en esas dos plazas escamoteables el espacio es mayor también al esperado. Incluso para adultos, pero mejor reservarlas para los más pequeños de la casa para no perder amistades en desplazamientos largos.
En cuanto al maletero, la incorporación de un depósito de GLP de 60 litros en nuestra unidad nos priva de poder llevar rueda de repuesto. La capacidad varía en función del número de plazas ocupadas. Si vamos con el cartel de aforo completo no superará los 200 litros, aunque debajo del piso nos dejará guardar el estor cubre-equipajes, una vez desmontado. Con cinco asientos ocupados ronda los 765 litros, y supera los 2.000 si sólo se ocupan los asientos delanteros. El portón es amplio, aunque no está motorizado.
Motor y dinámica del DFSK 580 GLP 2019
Bajo el capó nuestro protagonista porta un
propulsor de cuatro cilindros
1.5 turboalimentado, de origen Mitsubishi, que eroga 146 CV de potencia y 210 Nm de par máximo a 4.000 rpm. Puede funcionar con gasolina o, como en nuestro caso, también con GLP. Para cambiar de uno a otro basta con pulsar un mando situado en la parte más adelantada de la consola central. Para gestionar esos números se recurre a una
transmisión automática CVT con variador continuo que presenta seis velocidades, escalonadas de manera un tanto artificial en su mapa de actuación. Toda la fuerza se transmite exclusivamente a las ruedas delanteras. No hay opción a disfrutar de
tracción total en este modelo.
El motor resulta realmente voluntarioso y resulta eficaz a la hora de mover el conjunto. No es una maravilla en cuanto a refinamiento, pero tampoco resulta demasiado ruidoso, apenas 41 decibelios al ralentí y 67,4 en autopista. Es capaz de alcanzar los 190 km/ de velocidad punta y acelerar de 0 a 100 km/h en 11,4 segundos. A la hora de adelantar, pasar de 70 a 110 km/h en carretera se traduce en 7,3 segundos y 135 metros de ‘pista libre’, unos números bastante aceptables. No contempla un asistente de conducción con diferentes modos, aunque el cambio sí que presenta una función ‘hielo’ para dulcificar la entrega de potencia en superficies con baja adherencia. También se puede actuar de manera secuencial sobre un carril adicional en la palanca (no hay levas).
A nivel de chasis recurre a un esquema
McPherson en el eje delantero y a una barra de torsión detrás. Tampoco cuenta con una suspensión adaptativa, así que se han decantado por
un enfoque más confortable que dinámico. Filtra con eficacia las irregularidades de la carretera, pero como los milagros no existen, en zonas sinuosas los balanceos de la carrocería son evidentes. No es que sea un torpe, ojo, simplemente inclina. La dirección, con 2,5 vueltas de volante entre topes, resulta suave, más que el tacto del
cambio CVT, ruidoso por ese efecto ‘patinamiento’ no demasiado agradable cuando se busca rendimiento. Es más refinado si nos tomamos las cosas con calma.
Destacar, no para bien precisamente, los frenos. Monta discos en las cuatro ruedas, ventilados los delanteros, pero las distancias registradas y la eficacia no son lo mejor del DFSK 580. Nos llama la atención el tacto del pedal, con demasiado recorrido y escasa resistencia, y los 58,2 metros registrados para detenerse por completo desde 120 km/h. No es un buen registro, ciertamente, más propio de vehículos más pesados con neumáticos M+S que los asfálticos 225/60 R17 firmado por Chao Yang que monta de serie. En cualquier caso esas gomas nos permitirán afrontar pistas de tierra fáciles son solvencia.
Consumo y etiqueta medioambiental ECO del DFSK 580 GLP 2019
Vamos a comenzar con la referencia que facilita la marca, que son 7,3 litros de media en ciclo NEDC. Sin embargo,
durante la prueba el consumo medio circulando con gasolina fue de 8,3 litros, mientras que la opción GLP firmó 9,7 litros cada 100 kilómetros. Recordad que el cambio de uno a otro se hace pulsando un mando y apenas notaremos un sonido metálico de una válvula que nos aventura el cambio de fuente de
alimentación. En rendimiento y sonoridad apenas se percibe. Esos números se traducen en un coste de 9,53 euros cada 100 kilómetros con gasolina y de 6,58 euros haciéndolo con GLP (Autogas). El ahorro es considerable con los precios a fecha de 24 de mayo de 2020.
Seguridad del DFSK 580 GLP 2019
Preguntábamos al inicio si los vehículos chinos son seguros. ¿Comparados con quién?, añadiríamos ahora. En líneas generales sí que se puede decir que el DFSK 580 es seguro, aunque
los frenos y una merma en cuanto a tecnología y asistentes de conducción con respecto a sus rivales europeos, coreanos y japoneses es evidente. En este sentido monta de serie un sistema de monitorización de la presión del aire en los neumáticos, una cámara de visión cenital 360º, faros LED o un control de velocidad de crucero. No podemos disfutar, por tanto, de elementos ya de uso común, como
luces de carretera inteligentes, alerta de cambio de carril y mantenimiento de trayectoria, alerta de fatiga del conductor,
reconocimiento de señales de tráfico, frenada de emergencia con
radar… Demasiadas ausencias.
Opinión y precio del DFSK 580 GLP 2019
Este modelo chino aprueba finalmente en nuestro veredicto positivo.
Nos ha sorprendido porque tiene más calidad de la que esperábamos, a nivel de cualquier marca generalista europea, es amplio, ofrece siete plazas de serie, está realmente bien equipado y tiene un precio imbatible. Nuestra unidad con el acabado superior Intelligent cuesta 25.610 euros, incluyendo en esa cifra los 1.615 euros que cuesta la transformación a GLP. En cualquier caso es una cantidad muy inferior a la de todos sus rivales, como pueden ser un
SsangYong Rexton, un
Nissan X-Trail, un
Seat Tarraco, un VW Tiguan Allspace, un
Skoda Kodiaq… todos ellos SUV con siete plazas, pero sin opción a GLP. Confortable en marcha, dinámicamente se defiende bien. Sólo los frenos y una dotación tecnológica en asistentes de seguridad y conducción inferior a la media marcan sus puntos más grises.