El ministro más concienciado

En varias ocasiones he utilizado la herramienta del blog para mostrar la buena opinión que he ido generando en los últimos meses sobre el actual ministro de Industria, Turismo y Comercio, Miguel Sebastián. La llegada de un nuevo titular de la cartera responsable del automóvil siempre genera cierto recelo en todos los integrantes del mismo, pero desde que llegara al puesto, Sebastián parece que se ha ido granjeando el beneplácito de los directivos de los fabricantes de automóviles, gracias a todos los esfuerzos que ha realizado para salvaguardar el futuro de un sector tan importante para la economía española como es de la automoción.

No obstante, las últimas noticias en relación con la tributación que tienen que hacer los beneficiarios de las ayudas del Plan 2000E ha emborronado esa labor desarrollada, en su gran parte durante 2009, con medidas como el Plan Integral de Automoción, el Plan 2000E, su ampliación, y la Estrategia de Impulso del Vehículo Eléctrico en España, entre otras acciones, a las que hay que sumar las negociaciones con General Motors, Renault y otras para asegurarse inversiones en sus plantas españolas.

Dejando a un lado las ayudas directas a la compra de automóviles, el otro pilar de la política de Sebastián al frente del Ministerio de Industria ha sido el impulso del coche eléctrico. En este tema se encontró en un principio con un fuerte escepticismo de muchas partes, especialmente, por las, en mi opinión, desafortunadas palabras en relación con sus objetivos en España. Es decir, cuando dijo, y ha mantenido, que la intención es lograr que un millón de coches eléctricos e híbridos circulen por las carreteras de nuestro país en 2014. Cifra, para mí, demasiado elevada, pero el tiempo será el que juzgue.

Como parte de su intención de fomentar el coche eléctrico, Sebastián ha aprovechado su visita a Estados Unidos para resaltar su deliberado apoyo a la movilidad eléctrica y así ha dejado constancia durante sendas reuniones mantenidas con el presidente de General Motors, Ed Whitacre, y con el consejero delegado de Ford, Alan Mullaly, en las que supongo que se tratarían otros temas más espinosos, puestos que ambas multinacionales poseen una factoría en España.