Tras la segunda guerra mundial Ferruccio Lamborghini era un próspero fabricante de tractores que conducía modelos de la marca Ferrari. No obstante, este empresario no estaba muy conforme con el comportamiento de su deportivo en determinados elementos técnicos, y así se lo hizo saber a Enzo Ferrari. Dicen las malas lenguas que Enzo, que nunca se distinguió por su mano izquierda, poco menos que mandó a freír gárgaras a Ferruccio indicándole las grandes diferencias entre los tractores y los deportivos.
La ofensa de Enzo Ferrari a Ferruccio Lamborguini tuvo como resultado la creación del Lamborghini 350 GT, un deportivo con motor V12 y 280 CV que alcanzaba los 250 km/h y aceleraba de 0 a 100 en 6,8 segundos. Seguro que a Enzo Ferrari no le hizo mucha gracia su nueva competencia...