4 de 5: Hitler tomó a Ford como modelo
Antes de entrar en materia merece la pena repasar otros puntos anecdóticos de su biografía como, por ejemplo, que antes de fundar la Ford Motor Company tuvo otra empresa denominada Henry Ford Company que se dedicaba igualmente a la fabricación de coches. En dicha empresa los inversores se sentían perjudicados porque Ford no hacía más que intentar mejorar sus diseños sin llegar a conseguir beneficios comerciales. Tan hastiados estaban de dicha situación que contrataron a Henry M. Leland para liquidar la compañía, un hecho que hizo que Henry Ford la abandonara. Curiosamente, Leland convenció a los inversores para mantener la fabricación en vez de liquidar y para ello renombraron la compañía, que pasó a denominarse Cadillac ¿Os suena el nombre?
Los Cadillac tienen un parentesco lejano con Ford
De entre los hechos más conocidos de la trayectoria de Ford en el mundo del motor está la utilización de la fabricación en cadena, una teoría que revolucionó no sólo al automóvil, sino al resto de la producción en masa, y motivo por el cual acuñó su famosa frase referida al Ford T: "Cualquier cliente puede tener el coche del color que quiera siempre y cuando sea negro" y es que, según parece, el color negro tenía un tiempo de secado más rápido, por lo que era más económico de fabricar.
El cuadriciclo de Henry Ford
Pero el pasado más negro del famoso magnate proviene de sus opiniones con respecto al antisemitismo. En los años veinte Henry Ford hizo públicas dichas opiniones en el periódico semanal The Dearborn Independent, en donde se hizo algo así como una cruzada antijudía. Tanto es así que, según dicen, el propio Adolf Hitler tenía un retrato de Ford en la pared, mientras que en el famoso Mein Kampf (Mi guerra) de Adolf Hitler el único estadounidense que se menciona es el propio Henry Ford, diciendo Hitler sobre él que "haré lo que pueda para poner sus teorías en práctica en Alemania". Aunque el independent fue cerrado tras un juicio aparentemente poco creíble y donde Ford negó haber escrito los editoriales antisemitas que salían con su firma, los posteriores comentarios antisemitas de Henry Ford parecen dejar pocas dudas acerca de su posicionamiento en este tema. De hecho, parece ser que incluso hizo unas declaraciones a The Guardian en 1940 en las que responsabilizaba a "los banqueros internacionales judíos" de la Segunda Guerra Mundial.