Los diez deportivos preferidos por los españoles en 2016

   

 

 

 

La tercera generación de este modelo contempla variantes Coupé y Roadster, así como una amplia oferta de motorizaciones, incluida alguna diésel. Mide 4,18 metros de longitud y el interior ofrece cuatro plazas, aunque las dos traseras son realmente pequeñas y no son aptas para adultos o para instalar sillitas de niños. Sin embargo, todo el conjunto se remata con una calidad Premium y tanto la ergonomía como el tacto de los distintos mandos son realmente buenos. Destacar el cuadro de mandos configurable gracias a una pantalla de LDC denominado Audi virtual cockpit.

 

El TT Roadster reduce el aforo a dos plazas debido a su techo de lona eléctrico. Este se repliega en un compartimento situado detrás de las butacas y apenas necesita 10 segundos para completar una operación que podemos realizar en marcha siempre que no se superen los 50 km/h. La posición de la capota no afecta a un maletero que siempre dispone de 280 litros.

 

 

 

Bajo el capó el TT ofrece una completa gama de motores de gasolina con potencias de 180, 230 y 310 caballos (en breve se iniciará la comercialización de la variante TT RS con 400 CV), mientras que los que prefieran diésel disponen de una eficiente versión 2.0 TDI con 184 CV. Para el cambio se apuesta por cajas manuales de seis relaciones o transmisiones automáticas de doble embrague S tronic de seis o siete velocidades. Además podremos elegir entre tracción delantera o total quattro, esta última asociada a las versiones más potentes.

 

El Audi TT es un deportivo muy neutro en sus reacciones y muy directo en su dirección. Presume de tres tipos de suspensión: la estándart, otra de corte más deportivo y una última adaptativa que permite elegir entre dos tarados de dureza diferentes.

 

El equipamiento se completa con elementos muy llamativos, como uno faros matrix led o un equipo de sonido Bang&Olufsen. El precio del Audi TT parte desde los 37.390 euros.

 

 

 

 

Roadster, motor delantero, propulsión trasera... Así es el Fiat 124 Spider, un modelo que mide 4,05 metros de longitud y que comparte desarrollo y línea de montaje con el Mazda MX-5, modelo también destacado en este reportaje. Sin embargo, hay que destacar que el vehículo italiano goza de personalidad propia gracias a su diseño y a una puesta a punto específica.

 

Cincuenta años después Fiat resucita este legendario descapotable que apetece conducir. El interior es pequeño, pero se remata con esmero a nivel de calidad y la capota de lona se abre y cierra a mano de manera fácil y rápida. El maletero ofrece 140 litros.

 

El motor de este modelo es un gasolina de 1.4 litros turboalimentado que rinde 140 caballos y está asociado a un cambio manual de seis relaciones, aunque en opción también dispone de una caja automática con convertidor de par con el mismo número de relaciones. La velocidad máxima es de 215 km/h, acelera de 0 a 100 km/h en 7,5 segundos y el consumo medio de combustible es de 6,4 litros.

 

Dinámicamente es un vehículo ágil, aunque en su puesta a punto se ha conseguido un perfecto equilibrio entre dinámica y confort, con unos tarados de suspensión más 'amables' de lo que suele ser habitual en un vehículo de estas características. La dirección convence, pero lo que más llama la atención es el tacto de la palanca del cambio, increíble por su precisión y escasos recorridos. Menos atractiva es la insonorización de la capota, situación que pasa factura en cuanto a confort se refiere en desplazamientos largos.

 

 

 

El 124 Spider ofrece dos niveles de acabado, Base y Lusso. Este último contempla en su dotación de serie elementos como unas llantas de aleación de 17 pulgadas, climatizador automático, sensores de aparcamiento traseros, faros antiniebla, Bluetooth o unos asientos rematados en cuero. 

 

El precio parte desde los 26.500 euros.

 

 

Se trata de una actualización del Mercedes SLK (del que se han vendido 45 unidades en 2016) motivada por el cambio de nomenclatura que la marca ha ido introduciendo en algunos de sus modelos. El nuevo Mercedes SLC tomó el testigo, aunque se trata básicamente del mismo vehículo. Mide 4,13 metros de longitud, presenta un habitáculo biplaza muy bien rematado y apuesta por un techo duro retráctil que se puede abrir de manera totalmente eléctrica, operación que se puede realizar en marcha hasta los 40 km/h. Con el techo montado el maletero ofrece 335 litros, pero se reduce hasta los 225 cuando se repliega (180 en la variante diésel).

 

La oferta mecánica contempla dos versiones de gasolina, un SLC 200 con 184 caballos y un AMG SLC 43 con 367, y una turbodiésel SLC 250d con 204 CV. El cambio es automático 9G-Tronic de nueve relaciones en todos los casos, si bien la versión de acceso en gasolina también dispone de una caja manual de seis velocidades. Todos los SLC recurren a la propulsión trasera para impulsarse.

 

Dinámicamente el SLC presenta una personalidad bipolar ya que resulta confortable en el día a día y se convierte en un auténtico deportivo por prestaciones y dinámica si decidimos pasar un buen rato. En este sentido el AMG SLC 43 acelera de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos y limita su velocidad máxima a los 250 km/h. Además, en opción puede montar un diferencial autoblocante trasero.

 

 

 

En su equipamiento encontramos el asistente Dynamic Select que ofrece cinco programas diferentes de conducción, variando los parámetros del motor, del cambio, de la suspensión adaptativa y de la dirección. Otro de los aspectos que se ha mejorado es el incremento en su tecnología, con elementos como una alerta de cambio de carril involuntario, un asistente de frenada autónoma de emergencia, luces de carretera inteligentes, aviso de tráfico cruzado en la zaga... En las butacas mantiene el sistema Airscarf, una especie de 'bufanda virtual' que expulsa aire caliente a la altura del cuello de los ocupantes con el fin de poder ir sin techo cuando la temperatura exterior no acompaña demasiado.

 

El precio del SLC oscila entre los 46.150 y los 68.300 euros.