Que los coches de Mercedes-Benz están cambiando es algo evidente. Desde hace tiempo, la marca de la estrella está inmersa en una fuerte renovación de su imagen, cuyo principal abanderado es el Clase A, que ha sorprendido a propios y extraños por su innovador diseño, por su estilo refinado y por su imagen potente. Con razón, el Clase A se ha convertido en el exponente del cambio de Mercedes, que con todo lo nuevo que saca al mercado desprende un aire de modernidad y lujo. El último producto en salir de las entrañas de la compañía alemana es el nuevo Clase E, tanto con carrocería berlina como familiar (Estate) y que pone sobre el tapete los mismos atributos que el modelo del segmento C pero dirigido a otro tipo de cliente completamente distinto.
Quizá en lo que menos ha cambiado el nuevo Clase E ha sido en el diseño, tanto exterior como interior, aunque también ha recibido modificaciones, como la posibilidad de contar con dos variantes de parte frontal, gracias al acabado Elegance, y por la incorporación de un nuevo sistema de iluminación con forma circular, que, de manera opcional, puede contar con la tecnología LED integral. En el habitáculo, los diseñadores han buscado combinar la habitabilidad, con toques retro, como el reloj central, y con materiales y acabados de calidad.
Los principales cambios de este vehículo se concentran en el aspecto tecnológico, ya que en este coche hacen su estreno mundial once sistemas de asistencia a la conducción nuevos o renovados, que, junto con el resto de posibles equipamientos del vehículo, hacen que el cliente disponga de una amplia oferta de elementos con los que personalizar su coche tanto con mejoras de seguridad, en el área del confort o desde un punto de vistas más tecnológico.
Entre los elementos de asistencia al conductor que puede montar este nuevo automóvil de la firma de la estrella se encuentran el Distronic Plus con servodirección inteligente que puede ayudar al conductor a mantener el coche en el carril y hace posible una conducción semiautomática en retenciones, así como el servofreno de emergencia Bas Plus con asistente para cruces, que puede reconocer vehículos y peatones que circulan en dirección transveral y reforzar la acción de frenado del conductor.
Igualmente, el coche es capaz de contar con el freno Pre-Safe, que reconoce la presencia de peatones y es capaz de evitar el atropello mediante la intervención autónoma de los frenos hasta una velocidad de 50 kilómetros por hora, además de con el Pre-Safe Plus, que detecta el peligro de una colisión trasera y conecta las luces intermitentes con una frecuencia mayor e inicia medidas de protección de los ocupantes. Otros sistemas son el asistente de cambio de carril activo que identifica si el carril contiguo está ocupado, las luces autoadaptativas, asistente al aparcamiento activo o el identificador de señales de tráfico, entre otros muchos.
De momento, la firma alemana no ha dado a conocer los detalles completos de la gama de motores con la que se ofrecerá este vehículo, aunque ha indicado que contará con una nueva familia de mecánicas de gasolina BlueDIRECT, con opciones de cuatro, seis y ocho cilindros, inyección directa guiada, inyectores piezoeléctricos. En diesel, algunos de las versiones dispondrán de la tecnología BlueTEC, que utiliza la reducción catalítica selectiva. Además, existe una variante híbrida diesel BlueTEC HYBRID, que con 231 caballos tiene un consumo combinado de 4,1 litros por cada cien kilómetros y unas emisiones de CO2 de 107 gramos por kilómetro.
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