Cien años después sigue utilizando el mismo principio
Hace ya cien años desde que Bosch presentó la solicitud de patente de la primera bocina eléctrica. El objetivo perseguido al crearla era lograr un largo alcance y un sonido agradable además de
fiabilidad y rapidez a la hora de utilizarla junto a un bajo consumo energético y un diseño que fuese atractivo. Finalmente salió al mercado en 1921 cumpliendo todos los objetivos que la misma empresa de sistemas del automóvil se había propuesto.
Desde el comienzo de comercialización de las bocinas eléctricas de Bosch los clientes quedaban satisfechos tanto por el sonido y eficiencia como por la fiabilidad alcanzada.
Sorprendentemente, el principio de funcionamiento utilizado en aquel entonces es el mismo que actualmente encontramos en nuestros vehículos. Hoy en día se pueden encontrar bocinas y cláxones fabricados por esta empresa en coches, motos, vehículos comerciales o camionetas.
La división clásica de Bosch (Bosch Automotive Tradition) rediseñó hace unos años un modelo utilizado en muchos vehículos de los años 50 y 60, incluyendo tornillos ranurados y cubiertas cromadas para los apasionados y pertenecientes de automóviles clásicos.