Crisis del Coronavirus: la automoción española lanza un SOS al gobierno demandando medidas urgentes

Los efectos del Covid-19 no solo se limitan a nuestra prioridad vital, la salud. Como bien sabemos, traspasan al ámbito económico, paralizando la gran mayoría de sectores tanto dentro de nuestras fronteras como fuera de ellas, sembrando un futuro incierto en el caso de no tomar medidas de contención.

Las principales organizaciones sectoriales dentro de la automoción de nuestro país acaban de lanzar un gran SOS, reclamando al ejecutivo precisamente eso, medidas. En un comunicado conjunto firmado, entre otros por ANFAC, CETRAA, FACONAUTO o GANVAM, se solicita al gobierno central la aprobación de un plan de choque que incluya medidas específicas y urgentes para el automóvil y otros vehículos como motocicletas, ciclomotores, autobuses, camiones y otros vehículos industriales.  

Un comunicado en el que se reconoce el ingente esfuerzo que se está llevando a cabo para contener esta pandemia, luchando contra el virus en pro de la recuperación de la salud. Una lucha que es en estos momentos la principal prioridad, pero que muy desgraciadamente trae detrás una serie de daños colaterales, sociales y económicos de los que nos podemos hacer cargo con tan solo ver alguna de las cabeceras de los telediarios de estos duros días.

La protección de los trabajadores y de las familias de estos, además de las restricciones a la actividad propias del confinamiento, han sido factores que han llevado a una paralización casi total de la automoción en nuestro país. Recordemos que nos encontramos ante uno de los pilares de nuestra economía, hasta el punto que supone el 10% del PIB de España y genera el 9% del empleo total de nuestro país.

Este impacto traducido a números, supone una reducción del 95% de la actividad habitual de los talleres de reparación y servicios similares, una paralización total de las cadenas de producción, descensos superiores al 70% en el volumen de matriculaciones debido al cierre de temporal de los concesionarios físicos, y paralización casi completa de la actividad de los alquiladores.

La luz al final del túnel comienza a verse en el ámbito productivo, que podría alcanzar un principio de recuperación de la normalidad a finales de este mes de abril, pero que necesitará al igual que el resto de las actividades un mayor periodo de tiempo para recuperar su tono habitual.

Por todo ello, el sector de la automoción no puede hacer más que recalcar la necesidad al ejecutivo de un plan de choque nacional que actúe en todas las direcciones necesarias, como en la demanda, en la liquidez o en la fiscalidad.