La factura del COVID 19 en el sector del automóvil sigue creciendo. Al cierre de abril se matricularon en Europa un 78% menos de unidades que durante abril de 2019, llevándonos a las peores cifras mensuales desde los años 70. ¿Sabes cuál está siendo el valor refugio?.
...leer másLa crisis del cronavirus sigue acaparando portadas y titulares, pero no todo va a ser malo o injusto. Audi, Porsche, Skoda y Volkswagen se suman a la inciativa voluntaria de extender sus garantías oficiales. Una medida válida para aquellos vehículos cuyas garantías hayan expirado en estos días o estén a punto de ello.
...leer másLa filial española de la marca japonesa amplía sin coste alguno la vigencia de las garantías oficiales de sus vehículos nuevos durante el estado de alarma, de manera que aquellos vehículos cuyas garantías experien durante estos días, quedarán cubiertos durante la vigencia de dicho estado y durante los próximos 3 meses, siempre y cuando no superen los kilometrajes marcados en las mismas.
...leer másEl sector de la automoción es España une sus fuerzar para firmar un comunicado conjunto con el que lanza un SOS al gobierno ante la grave crisis del Cronavirus. Las principales organizaciones patronales demandan al ejecutivo un plan de choque urgente con el que reducir los daños a un sector que genera el 9% del empleo total de nuestro país y cuya facturación supone un 10% del PIB.
...leer másEn la actual época de crisis hay pocas razones por las que las compañías del sector puedan sonreír, ya que la caída de la demanda generalizada ha provocado una reducción de los ingresos y una reducción de la producción, lo que conlleva, en muchos casos, la pérdida de puestos de trabajo, tanto en el aspecto industrial como en los concesionarios. A pesar de ello, algunos grupos todavía tienen motivos para estar contentos, como el consorcio Renault, que, gracias a su marca Dacia, está registrando cifras positivas de ventas en el mercado español y en otros países.
...leer másUno ya no sabe qué pensar. Es difícil saber si realmente se ha acabado la crisis, si lo peor ha pasado o si, como dicen algunos expertos en la materia, estamos en una situación similar a cuando un balón rebota en el suelo, que cae rápido, sube un poco y luego vuelve a caer. Sería absurdo, desde mi posición, conjeturar o lanzar teorías sobre el futuro económico de la economía, y del sector del automóvil, que es lo que nos atañe, por dos razones. La primera: no soy economista, que es la principal, por supuesto. La segunda: si los grandes gurús de la materia no se aclaran y no supieron prever lo que iba a pasar con la economía internacional, me parece absurdo que yo me ponga a teorizar.
Estaba cantado, según Ganvam (la patronal de los vendedores de coches) era la “crónica de una muerte anunciada”, pero no por conocido deja de ser malo. Los datos sobre las ventas de automóviles del pasado mes de julio se han publicado y ponen de manifiesto que los tiempos de crecimiento del sector en España han tocado a su fin, por lo menos en lo que queda de año.
Parece que no todas las empresas lo pasan igual de mal en la crisis o, por lo menos, hay unas que son más optimistas que otras. Es el caso de BMW. La empresa alemana, ni corta ni perezosa, se ha aventurado a decir que al principio de año, cuando hizo las previsiones para el conjunto de 2010, se quedó corta y que tal y como se ha desarrollado la primera mitad del ejercicio, los números van a ser mejores de lo que habían estimado. Vamos que va a ganar más dinero y va a vender más coches de lo que creía.
En la vida en general y en el ámbito económico, en particular, estamos acostumbrados a que los platos rotos de las cosas que no salen bien los paguen los que menos culpa tienen y las personas que están más indefensas. Estamos hartos de ver empresas que tienen dificultades y lo primero que hacen es recortar empleos en los niveles más bajos de responsabilidad, y por lo tanto, de sueldo. Este tipo de medidas son muy habituales en el mundo del motor, porque las compañías suelen despedir a los trabajadores de la línea de montaje cuando tienen que parar la producción por la baja demanda o por otros motivos.
En la vida en general y en el ámbito económico, en particular, estamos acostumbrados a que los platos rotos de las cosas que no salen bien los paguen los que menos culpa tienen y las personas que están más indefensas. Estamos hartos de ver empresas que tienen dificultades y lo primero que hacen es recortar empleos en los niveles más bajos de responsabilidad, y por lo tanto, de sueldo. Este tipo de medidas son muy habituales en el mundo del motor, porque las compañías suelen despedir a los trabajadores de la línea de montaje cuando tienen que parar la producción por la baja demanda o por otros motivos.