Subaru Forester: Análisis y pruebas realizadas al modelo Subaru Forester

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Subaru Forester, prueba off-road

Por David Ayala, Periodistamotor

Con el cambio automático, que tanto en el dos litros atmosférico como en el turbo con sus 240 CV es un CVT de variador continuo pero con seis relaciones predefinidas en el atmosférico y ocho en el turbo, la tracción a las cuatro ruedas depende de un diferencial central con embragues de discos que permite realizar un reparto de par entre los ejes de entre 60:40 y 50:50, pero cuando hablamos del cambio manual, es decir, el que montaba nuestra unidad diésel de pruebas, entonces el diferencial central cuenta con deslizamiento limitado mecánico viscoso con un reparto de 50:50 entre ambos ejes.

Subaru Forester

El motor diésel está siempre unido al cambio manual de seis velocidades, con lo que no puede optarse por el sistema X Mode que actúa de manera electrónica sobre el control de tracción, acelerador o cambio con la intención de mejorar las aptitudes off-road del modelo. No obstante, la capacidad para moverse por campo del Forester es realmente destacable también con el cambio manual. Esta característica se debe a tres factores importantes; sus cotas todo terreno, el buen par motor que ofrece la mecánica desde bajas vueltas y un sistema de tracción mecánico que trabaja a la perfección aun cuando las circunstancias se compliquen.

Las cotas todo terreno del Subaru Forester destacan por sus 22 centímetros de altura libre al suelo, con ángulos de entrada y salida que se sitúan en 25 y 26 grados respectivamente, mientras que el ángulo ventral es de 23º, todo ello con una longitud de 4,59 metros y una batalla o distancia entre ejes de 2,64 metros. Haciendo una comparación con algunos de sus posibles rivales tenemos lo siguiente:

	Largo	Batalla	Altura	Ataque	Salida	Ventral
Forester	4,59	2,64	22	25	26	23
RAV4	4,57	2,66	16	29	22
Outlander	4,66	2,67	21,5
Kuga	4,53	2,69	20	28	21,5	19
CR-V	4,57	2,63	16,5
ix-35	4,65	2,64	17	24,2	26,9	17
Cherokee	4,5	2,7	22	39	32	20,4
Freelander	4,5	2,66	21	31	34	23
CX5	4,56	2,7	21,5	18,6	24,4
X-Trail	4,63	2,63	21	28	24	21

Donde Largo es la longitud total del coche, batalla es la distancia entre ejes, altura es la distancia libre al suelo, y ataque, salida y ventral son dichos ángulos.

Aunque de algunos modelos no disponemos de todas las cotas, lo que está claro es que el Forester está entre los mejores, consiguiendo la mayor altura libre al suelo, lo que generalmente supondría que el centro de gravedad del coche quedaría igualmente elevado, pero el Forester esconde en su interior el secreto que hace de él un verdadero devorador de kilómetros no sólo fuera de carretera, sino también sobre el negro asfalto; hablamos de la configuración bóxer de su mecánica, con la que se permite el lujo de obtener un centro de gravedad bajo a pesar de poseer unas capacidades off-road que para sí quisieran la mayoría de sus rivales.

Dicen las historias de la marca japonesa que sus ingenieros no quisieron optar por un motor diésel de otro fabricante porque no concebían montar una tecnología que no estuviera a la altura del resto del modelo. Quizás por eso tampoco hayan querido realizar un vehículo con aspecto SUV y nulas capacidades todo terreno a pesar de que muchos usuarios de los SUV con los que compite jamás osarán pisar por zonas alejadas del asfalto. A pesar de las tendencias, o precisamente porque parece que en Subaru no han querido seguirlas, los compradores del Subaru Forester suelen saber lo que compran y buscan un automóvil realmente versátil tanto dentro como fuera de la carretera. Y es que el Forester es capaz de darles esa versatilidad de un modo quizás inalcanzable para cualquier otro automóvil, pues a nuestro juicio se trata del SUV que mejor combina un excelente comportamiento en carretera con gran capacidad off-road sin necesidad de recurrir a elementos como las suspensiones activas que suben y bajen la altura al suelo dependiendo de las circunstancias o sistemas de tracción completamente rendidos a la electrónica.

Es cierto que el X-Mode forma parte del equipamiento en las versiones de cambio automático y que puede llegar a conectar automáticamente el control de descenso, pero esta característica es casi anecdótica en comparación con esos sistemas en los que prácticamente toda la capacidad fuera de carretera del conjunto queda encomendada al funcionamiento selectivo de los frenos controlados electrónicamente. En este modelo, y sobre todo si hablamos del cambio manual dotado de diferencial LSD, el conductor tiene todavía la última palabra al adentrarse por zonas de complicado acceso, y la respuesta del Forester está sin duda a la altura de las circunstancias.

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Autor: David Ayala