Australia

• El deportista Joachim Franz encabeza una expedición de cinco Amarok que ya han recorrido 54.000 km a lo largo de todo el mundo.
Caminos de arena y barro, fronteras africanas cerradas, campos de minas, inundaciones, ningún sitio para repostar; prácticamente no existe reto que el equipo de Joachim Franz no haya tenido que afrontar durante esta dura aventura.
El trayecto “Move The World Tour 2011” llega a su fin, y los miembros del equipo quieren completar el reto de atravesar 49 países de cuatro continentes distintos en 85 días, y recorrer un total de 62.000 kilómetros. 54.000 de ellos ya se han cubierto,
tan solo les quedan cerca de 8.000 kilómetros que deberán recorrer en territorio australiano durante los próximos diez días.
No sólo para los participantes, también para los vehículos esta expedición es una prueba de resistencia que empuja a hombre y máquina hasta el límite. “Esta ha sido nuestra gira más dura hasta ahora”, afirma Joachim Franz, jefe de la expedición. “Los vehículos prácticamente no tienen tiempo para descansar, hemos estado en marcha permanentemente y casi no hemos dormido. Las duchas y los lavabos han sido lujos inalcanzables”. Habitualmente, los miembros del equipo dormían sentados en el coche o en las tiendas que se montan en el techo del Amarok, las cuales se pueden desplegar en pocos minutos.
La ruta no ha conducido al equipo por autopistas pavimentadas, sino por el desierto y caminos de montaña, así como pistas muy deterioradas con agujeros como cráteres, en los que los pick up parecían a punto de volcar. “Llamarlo off-road sería suavizarlo mucho”, comenta Franz.
Los cinco Amarok de 163 CV de la expedición tienen motores TDI de dos litros con inyección directa Common Rail. Con su tracción a las cuatro ruedas conectable, reductora y bloqueo de diferencial, han podido superar terrenos de arcilla, piedras, barro o arena. Los cinco Amarok, que en definitiva son vehículos estándar de producción en serie con un paquete off-road, superaron con solvencia todos los obstáculos que se encontraron en el camino.
“Cuando vi los primeros vídeos de la expedición fue tan chocante que me tapé los ojos con las manos”, asegura Harald Schomburg, Responsable de Ventas y Marketing de Volkswagen Vehículos Comerciales y miembro del Consejo de Dirección de la marca.
“Uno de los Amarok estaba encallado en el barro, pero sorprendentemente salió de allí sin daños. Este es el tipo de test de resistencia que no podríamos preparar de forma artificial”, añade Schomburg.
El objetivo de la expedición no es otro que el de recaudar un total de 5 millones de euros en donaciones para invertirlos en educación e información sobre el VIH, un tema con el que Joachim Franz ha estado involucrado durante más de diez años y que ahora apoya con la organización de este tipo de acciones, conocidas como las “World AIDS Awereness Expeditions”.
“África ha sido el reto más grande hasta el momento, tanto para nosotros como para los vehículos”, explica Joachim Franz. “De los 33,3 millones de personas con VIH en todo el mundo, más de dos tercios viven en el sur de África. Aquí, la necesidad de nuestro proyecto llegó a su cumbre, pero no podíamos olvidar que nos quedaba un largo camino por delante en la educación sobre el VIH”.
Tan pronto como finalice la expedición, uno de los Amarok será completamente desmontado para que los expertos de la marca analicen el desgaste de todas las piezas y detectar de esta manera si existen aspectos que se puedan mejorar.
 

Tras ver la segunda prueba del año de F1: el gran premio de Australia, una carrera movidita desde el inicio, se me ha ocurrido que la solución para darle unos toques de entretenimiento y, así, evitar que el personal se duerma, nada mejor que “mojar” el circuito. Sí, una estupidez, pero quizá sea la única solución para que el resto de carreras sean, al menos, tan, digamos, intensas como lo visto en Melbourne.

Bueno, pues ya está. Después de muchas semanas, de meses esperando el inicio de lo que se ha denominado la nueva era de la F1, este pasado fin de semana en la carrera de Australia, hemos podido constatar que este año los F1 con su nueva reglamentación, sus neumáticos slick, sus difusores traseros –legales o no- y, en menor medida, el sistema Kers, han sido soluciones que han aportado interés, espectáculo y una buena dosis de entretenimiento, por no decir de sorpresa. Vamos, que en esta primera carrera han ido todos muy juntos, casi pegados unos con otros. Ya era hora...

Ross Brawn, actual propietario del nuevo equipo BRAWN GP (ex Honda Team) ayer, en el "Circuit", se le veía orgulloso aunque preocupado a la vez. Orgulloso por cuanto tanto Button como Barrichello, sus pilotos, como el resto de sus operarios, no más de una treintena, trabajaban con ahínco para que el monoplaza con motor Mercedes, pintado de color blanco, pudiera rodar sin contratiempos. Y caray si lo hizo... 

Bueno, tras la operación de compra-venta que ayer se hizo pública, por la que Honda le ha vendido todo su equipo a Ross Brawn, parece que, cuando menos, en el G.P. de Australia, primera cita de la F1 2009, habrán veinte coches en la salida. Lo cual nos debe tranquilizar (si es que alguien no ha podio dormir por este tema…, cosa que dudo).

La empresa DHL (que es quién se encarga de los aspectos logísticos  de la F1) fletó, la pasada semana, seis "Jumbo" del tipo "Cargo" para trasladar los muchos "contenedores" especiales  en los que "empaquetan" desde los monoplazas a los recambios, asi como el utillaje y "avalorios" varios necesarios para que esta semana -concretamente desde mañana martes- los equipos puedan decorar sus "boxes", montar sus monoplazas y así, el jueves, esté todo a punto para rodar en el circuito de Melbourne, donde se disputará este próximo fin de semana la que será la primera prueba de un Campeonato del Mundo de F1 que, sin lugar a dudas, atraerá la atención de millones de personas.

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