Bueno, pues ya está. Después de muchas semanas, de meses esperando el inicio de lo que se ha denominado la nueva era de la F1, este pasado fin de semana en la carrera de Australia, hemos podido constatar que este año los F1 con su nueva reglamentación, sus neumáticos slick, sus difusores traseros –legales o no- y, en menor medida, el sistema Kers, han sido soluciones que han aportado interés, espectáculo y una buena dosis de entretenimiento, por no decir de sorpresa. Vamos, que en esta primera carrera han ido todos muy juntos, casi pegados unos con otros. Ya era hora...
Parece que, de momento, los Renault F1, a tenor de los tiempos conseguidos en los test de Jerez, no están dando el rendimiento esperado; o eso es lo que se empeñan en afirmar los muchos “especialistas” que han estado presentes en el Circuito de Jerez a lo largo de estos días. Y eso es también lo que se desprende de los muchos comentarios aparecidos en los medios de comunicación. Pese a ello, Fernando Alonso se muestra optimista, aunque la verdad, con los tiempos en la mano, es que por ahora el nuevo Renault está a medio segundo del McLaren de Hamilton.
...leer más¿Que nada, en la F1, será como fue? Pues a lo mejor sí (aunque, personalmente, lo dudo) Pero, con tantos cambios anunciados en los F1 para el próximo año, los espectadores ¿notaremos alguna diferencia? Mi respuesta es simple: ninguna. Los coche seguirán corriendo como antes, harán el mismo ruido y (espero que solo de vez en cuando) nos aburrirán como, en muchas carreras lo han hecho, a lo largo de este año que termina. Vayamos por partes.
Entre el posible divorcio de Ecclestone (que ya me dirás que leches me importa a mí) y los comentarios, por parte de los “entendidos de toda la vida”, sobre la validez o no de los reglamentos para el próximo año; yo que me las prometía muy felices, he de decir que no me han dado respiro a lo largo de ayer y hoy, para fumarme un puro con tranquilidad (no fumo, pero un puro en un ambiente como el de la F1, denota estilo, incluso poderío si, como es mi caso, pocos o nadie, saben quién soy yo en realidad… o sea: nadie)
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