Las cosas están difíciles en el sector de la automoción y no se libra nadie. Toyota, que llevaba una progresión de económica y de ventas imparable en los últimos años, presentó esta semana sus resultados correspondientes al primer trimestre de su año fiscal (del 1 de abril al 30 de junio) y en ellos vemos que las dificultades también afectan a los más fuertes.
La firma nipona redujo sus ganancias en el primer trimestre por primera vez en mucho mucho tiempo y esto muestra que los fabricantes de coches lo están pasando muy mal para mantener sus previsiones y sus cuotas de mercado. Toyota, que superó el año pasado a General Motors como primer Fabricante mundial de coches, se vio obligada hace poco a revisar a la baja sus previsiones de ventas para 2008.
De esta forma, la compañía anunció que iba a vender 350.000 vehículos menos de la previsto durante este año y también modificó sus estimaciones productivas. Tras estos retoques la empresa confirmó que espera comercializar 9,5 millones de vehículos de las marcas Toyota, Daihatsu e Hino en 2008.
Entre abril y junio, la compañía del país del sol naciente ganó más de 2.100 millones de euros, que es un cifra bastante buena, para que nos vamos a engañar, lo que no se puede negar es que supone una reducción del 28% y que pone en jaque a la firma nipona, que parecía la única que podía hacer frente a la crisis.
Toyota, como todos y cada uno de los fabricantes, ha achacado este bajón en su resultado neto a la famosa hostilidad del ambiente económico, aunque sobre todo se ha visto afectada por la fortaleza de su moneda, el yen, frente al dólar.