AunqueLand Rover, Jaguar y Aston Martin son de por sí marcas llamativas, no me sorprendió nada de lo visto en sus stands, bueno, quizás el Aston Martin especialmente diseñado para circuitos. A su lado estaba Volvo, en donde se situaban el nuevo XC90, y Ford, que ponía el énfasis en la deportividad tanto por sus modelos más prestaciones, incluyendo el Focus RS de 320 CV y el Ford GT con sus impresionantes 600 CV como por la llamativa "maquinita de juegos" que todo amante del motor desearía tener en casa. Y es que dicha máquina permite un pilotaje virtual montada sobre unos amortiguadores que mueven el habitáculo pero que, a tenor de las salidas de pista que pude ver, debía ofrecer una falsa sensación de seguridad.
Al otro lado del pasillo se sitúan cuatro marcas que llaman la atención por diferentes motivos. Rolls Royce se encarga de aportar una imagen de lujo extraordinaria reforzada por la presencia de su concept car. Qoros, empeñada en abrirse camino en el viejo continente, parece una marca premium más que un fabricante chino, y Maserati y Ferrari son los italianos por excelencia, la máxima deportividad vestida de diseño, y el Ferrari 488 GTB se muestra en todo su esplendor. Si su capacidad de atracción no fuera suficiente, la marca del cavallino ofrece además imágenes de películas en las que sus vehículos son igualmente protagonistas, fantástico. Esta es la zona en la que se ven más trajes de hombre de marca y ajustados, corbatas a juego con cinturones, zapatos lustrosos en los que reflejar la tez morena... los italianos son únicos también para vestir.
En el lateral de las italianas más prestigiosas se situaban las "hermanas mundanas" del grupo Fiat, esas que no son tan deseadas pero que dan de comer a las marcas aspiraciones. Fiat, Alfa Romeo, Abarth, Jeep y Lancia se agrupan en una zona con pocas novedades salvo la del Fiat 500X. En un rincón, casi oculta, se encuentra la marca Radical Sports con una especie de monoplazas que deben ser espectacularmente rápidos e igualmente incómodos, bueno, y también curiosos de ver, todo hay que decirlo.