En mi anterior post hablaba de cómo me había interesado lo que se comentó durante el Congreso anual que celebra la patronal de los concesionarios (Faconauto) y en el que se habló de todo lo que tiene que ver con el sector del automóvil y algo más. Le he estado dando vueltas y creo que también conviene comentar que en todas las ediciones de este acto se dan a conocer unas previsiones, de la mano de la consultora MSI, para lo que resta de año y para el año próximo y, como era de prever, no han sido nada halagüeñas.
Los datos recopilados por MSI para Faconauto ponen de manifiesto que durante el año próximo se venderán en el mercado español aproximadamente unos 879.000 automóviles, lo que así visto no dice mucho, pero ya empieza a revelar algo más cuando hablamos de que supondrá una disminución del 11% (o de más de 100.000 unidades) en comparación con las cifras con las que se estima que cerrará 2010, que se sitúan en unas 985.000 unidades (un 3% más que en 2009).
Desde la patronal de los puntos de venta de automóviles en España señalaron que el año próximo será complicado, aunque afirmaron que durante 2011 se obtendrán los volúmenes más bajos del período de crisis, por lo que se tocará fondo y ya sólo habrá posibilidad de crecer. El que no se conforma es porque no quiere.
A pesar de que eso de tocar fondo nos hace ser un poco más optimistas de cara al futuro cercano, lo cierto es que la cosa no pinta tan bien como quisiéramos algunos, puesto que los plazos que manejan en Faconauto todavía son amplios. Según sus cálculos, hasta por lo menos 2020 no se volverán a obtener volúmenes de ventas similares a los contabilizados en España en 2002, es decir, alrededor de dos millones de vehículos nuevos al año, mientras que en el caso de los coches usados la cifra dentro de diez años será unos 4,2 millones de unidades.