Leyendo las locuras de "Anacleto superagente secreto" ninguno de los ahora ya adultos pensábamos que lo de hablar por el zapatófono llegaría a ser nunca una realidad. Bueno, y no lo ha sido, afortunadamente los ingenieros han tenido a bien crear teléfonos mucho más cómodos y con menos tendencia al olor corporal que los zapatos de aquel dibujo de cómics. En realidad, los actuales teléfonos dotados de cámara de fotos, cámara de vídeo, radio, despertador, alarma, wi-fi, y otras "tropecientas" utilidades (llamadas así independientemente de su utilidad real) habrían relegado al zapatófono de Anacleto a la más absoluta prehistoria de la tecnología moderna.
Por eso no debería ser tampoco una noticia excesivamente sorprendente la del uso de un robot para analizar el tacto de los diferentes mandos de los vehículos. El robot en cuestión es llamado RUTH por ser ésta una contracción en algún idioma de Unidad Robotizada de Tacto y Sensibilidad. Los ingenieros que lo utilizan pertenecen al Centro de Investigación y Desarrollo de Ford Europa en Aachen, y aseguran que permite determinar parámetros como aspereza, suavidad y temperatura. Dado que antes se utilizaban las experiencias de los propios usuarios, parece que el uso del robot hará que las conclusiones sean más objetivas aunque ¿Cómo podrá determinar parámetros nuevos si es que estos existen? Es decir ¿Podrá el robot informar de una ubicación rara de un botón o de la sensación que tiene de estar destapando una botella cuando en realidad está tirando de una tapa? No sé, seguro que la tal RUTH será algo obsoleto en pocos años y tendrá sustitutos mecanizados que lo hagan todavía mejor, pero a mí me parece absoluta ciencia ficción a pesar de tratarse de una realidad.