La movilidad eléctrica está ganando cada vez más terreno, y son muchos los que se animan a dar el salto a esta revolución verde. Sin embargo, el mantenimiento de estos vehículos todavía genera ciertas dudas. ¿Son realmente más fáciles de cuidar? ¿Qué aspectos debemos tener en cuenta?
Para resolver todas tus preguntas e inquietudes, aquí te contamos todo lo que necesitas saber sobre el mantenimiento de un coche eléctrico. ¡Sigue leyendo!
Menos piezas
Una de las grandes ventajas de los coches eléctricos es que su mecánica es mucho más sencilla. Sin un motor de combustión, se libran de muchas piezas que en los coches tradicionales suelen requerir mantenimiento.
Eso sí, ¡no te confundas! Aunque necesitan menos cuidados, aún hay algunos recambios de coches eléctricos que no podemos pasar por alto. Los neumáticos, las escobillas del limpiaparabrisas y el líquido de frenos siguen necesitando una revisión de vez en cuando.
La buena noticia es que, en comparación con uno de combustión, el mantenimiento de un coche eléctrico suele ser más barato y menos frecuente. Esto significa menos idas al taller y más tiempo disfrutando de la carretera.
Batería
La batería es, sin duda, el corazón de cualquier coche eléctrico, y cuidarla bien es clave para que el vehículo mantenga su rendimiento y autonomía durante años. Y, aunque las baterías actuales están hechas para durar, hay ciertos hábitos que pueden ayudar a alargar su vida.
Por ejemplo, trata de no abusar de las cargas rápidas y procura que el nivel de carga se mantenga entre el 20% y el 80% siempre que puedas. Además, con el tiempo, es normal que la capacidad de la batería baje un poquito. Pero, ¡no te preocupes!, porque no suele afectar significativamente al rendimiento diario del vehículo.
Sistema de frenado
El sistema de frenado de un coche eléctrico funciona de manera diferente al de uno convencional. Gracias al frenado regenerativo, que recupera energía durante la desaceleración, las pastillas y discos de freno sufren menos desgaste.
Esto significa que los recambios relacionados con el sistema de frenado, como las pastillas, suelen durar más en un vehículo eléctrico. No obstante, sigue siendo importante realizar revisiones periódicas para garantizar su correcto funcionamiento.
Asimismo, el líquido de frenos sigue necesitando cambios regulares, generalmente cada dos años, para mantener la eficacia del sistema de frenado.
La importancia de la electrónica
En un coche eléctrico, la electrónica juega un papel crucial. Desde el sistema de gestión de la batería hasta el control de tracción, estos vehículos dependen en gran medida de componentes electrónicos avanzados.
Si bien estos sistemas suelen ser muy fiables, es recomendable llevar a cabo revisiones regulares para asegurar de que todo funcione como es debido. Y, en caso de problemas, es probable que necesites la ayuda de un técnico especializado en vehículos eléctricos. Por suerte, muchas actualizaciones y diagnósticos pueden hacerse de manera remota, lo que reduce la necesidad de visitas al taller.
Carga
La manera en que cargas tu coche eléctrico influye mucho en su rendimiento y en cuánto tiempo te va a durar. Por eso, es útil conocer los distintos tipos de cargadores y cómo usarlos bien.
Básicamente, hay dos tipos de cargadores para coches eléctricos: los de Corriente Alterna (CA) y los de Corriente Continua (CC). Los de CA son los más comunes para casa y ofrecen una carga lenta, con potencias entre 3,7 y 22 kW. En cambio, los de CC son los de carga rápida, llegando hasta 350 kW, ideales para cuando haces viajes largos.
En última instancia, la elección del cargador depende de tus necesidades y del modelo de tu coche, pero la recomendación general es: usar la carga lenta para el día a día y dejar la rápida para ocasiones especiales, así ayudarás a que la batería dure más tiempo.
¿Son todo ventajas en los coches eléctricos?
Aunque los coches eléctricos ofrecen numerosos beneficios, también presentan algunas desventajas. Una de las principales desventajas es el tiempo de carga más largo en comparación con el repostaje de coches diésel o gasolina. Cargar un vehículo eléctrico puede llevar desde 30 minutos hasta varias horas, dependiendo del tipo de cargador y la capacidad de la batería del coche. Esto puede ser inconveniente para los conductores acostumbrados a los tiempos de repostaje rápidos de los vehículos tradicionales.
Además, los vehículos eléctricos suelen ofrecer opciones limitadas de reparación por cuenta propia. Muchas reparaciones requieren conocimientos y equipos especializados, lo que hace necesario visitar talleres autorizados. Esto puede llevar a costos de reparación más altos y, potencialmente, a tiempos de espera más largos para el servicio.
Por otro lado, obtener piezas originales puede ser un desafío, ya que a menudo hay una falta de catálogos de piezas completos disponibles para los consumidores.
Por último, el impacto ambiental de las baterías de los coches eléctricos es una preocupación que necesita ser abordada. La producción y eliminación de estas baterías pueden tener repercusiones ambientales significativas, que no siempre se destacan en las discusiones sobre vehículos eléctricos.
Siempre es esencial considerar estos factores junto a los beneficios al decidir si cambiar a un coche eléctrico; pero a pesar de estas desventajas, para muchos usuarios puede tener mucho sentido cambiarse a uno de estos modelos.
Conclusión
Como has podido ver, el mantenimiento de coches eléctricos es más simple y económico que el de los vehículos tradicionales. Con cuidados básicos y el uso adecuado de cargadores, estos vehículos ofrecen una experiencia de conducción eficiente y sostenible. Así que, si estás considerando comprar un coche eléctrico, ¡no dudes en dar el salto y contribuir al cuidado del medio ambiente!