El otro día iba de camino al Audi Forum de Madrid cuando, a mano izquierda en la calle Orense, me pareció ver algo raro. Como iba con tiempo de sobra (cosa que no suele ocurrir) mi ritmo era lento, a lo que afortunadamente contribuía otro automóvil que circulaba por delante a mucha menor velocidad de lo habitual en una calle de tres carriles como es la calle Orense de Madrid. Y he dicho afortunadamente porque "eso raro" que ví era, ni más ni menos, que un radar.
Ahí estaban los "agentes de movilidad" ubicados tras una furgoneta que tapaba convenientemente el trípode sobre el que estaba instalado el radar. Vamos, que cualquiera que fuese a la velocidad habitual de esta calle, que supera claramente la permitida, fue convenientemente cazado y multado.
En ciudad, y por vías de un carril, circular por encima de 50 ó 60 km/h es una temeridad. No obstante, cuando la vía tiene tres carriles, la calle tiene poco tráfico y se pretende llegar a todos esos compromisos a los que estamos obligados en la sociedad actual, circular por debajo de 80 km/h es lo que resulta temerario, pues el resto de usuarios se nos echan encima -y no sin razón, aclaro- Que el radar esté ahí ubicado me parece, únicamente, un modo de recaudación. Por seguridad se podría avisar (de tal modo que la gente redujera la velocidad y hubiera menor peligro), pero cuando se oculta sólo existe un motivo: recaudar.
Vídeo del radar oculto ubicado en la calle Orense.