Me sentí frustrado. Porque me dedico al automóvil, porque me preocupo realmente por la seguridad y porque sé, a ciencia cierta, que no es la velocidad la que causa el mayor número de accidentes (ni de lejos). Porque sé que la educación vial es el primer recurso que debe utilizarse aunque no se utiliza casi y, sobre todo, porque según las propias estadísticas de la DGT, menos del 4% de los accidentes con víctimas producidos en carretera ocurren por el exceso de velocidad. Un dato que ha variado un ¡¡¡¡¡0,02%!!!! desde 1998 hasta los últimos datos de 2005. Mientras que la conducción distraída o desatenta está presente en más de un 22% de los accidentes.
Educar es más caro, educar no genera ingresos por multas, educar no da resultados rápidos, pero educar es el camino. En los carteles y en la televisión pueden decir lo que quieran, pero si quieren hablar de los accidentes y de las víctimas hay que buscar otros motivos, aunque eso signifique realizar un severo examen de conciencia en la propia DGT y olvidarse de acciones efectistas y muy poco efectivas.
Es mi opinión, si vosotros tenéis otras por favor decidlas, es un tema que nos interesa a todos.