estrellasestrellasestrellasestrellasestrellas

Las mentiras del Plan 2000E (I)

Desde que se presentó el Plan 2000E ha habido una especie de bálsamo curativo que ha venido poco a poco paliando las dolencias del sector. No es el remedio que todo lo cura, pero al menos ha servido para hacer que los consumidores se acerquen de nuevo a los concesionarios no sólo para preguntar por nuevos vehículos sino, lo que es mucho mejor, para terminar comprándolos.

generadorimagenes.jpg

Que ha sido una jugada maestra por parte de los políticos tampoco es algo nuevo. Sobre todo por parte del gobierno central, que anunció a bombo y platillo -y a destiempo- un descuento de nada menos que 2000 euros, convirtiéndose, para la opinión pública, en el gran salvador. Pero, como bien nos hizo entender el mayordomo del anuncio, las apariencias engañan. De los 2000 euros que anunció el gobierno tan solo una cuarta parte provenían de las arcas centrales, mientras que otra cuarta parte lo hacía de las arcas de cada comunidad y nada menos que la mitad provenía de las propias marcas, que reducían así sus márgenes comerciales.

Muchos participantes en los debates que además cuentan con voz y voto en estas "acertadas" decisiones políticas, acudieron rápidamente a los medios para decir que la salvación del sector se debía a la buena gestión política y no a los buenos criterios económicos de los fabricantes. No digo lo que pienso porque no queda bien escribir obscenidades ni utilizar lenguaje escatológico. Ahora bien, debo remarcar un par de puntos para quienes no se hayan enterado y, sobre todo, para quienes no se quieren dar por enterados.

Los fabricantes de coches no son ONGs, pero desde luego están deseando dar beneficios. La ausencia de éstos se han debido a muchos factores. Algunos de los problemas han sido particulares de ciertas empresas, otros coyunturales, y muchos de ellos causados por políticas erráticas de diferentes gobiernos así como por haber sido, durante décadas, la gran gallina de los huevos de oro. Como ejemplo de cada uno de los anteriores están las elevadas cargas económicas de los planes de pensiones que debían soportar algunas marcas americanas como, por ejemplo, GM. La situación coyuntural de una caída generalizada en la demanda trajo consigo un repentino superávit de oferta respecto de la demanda así como una capacidad de producción muy por encima de las necesidades reales. En general, todos los fabricantes generalistas se han visto salpicados por esta última situación.

Y llegamos al tema de las políticas erráticas y el afán recaudatorio. Dentro del montante final del precio de los vehículos la carga fiscal forma un importante paquete. Hablo sólo de la que paga el cliente final, pero no debemos olvidar la que pagan, además, los fabricantes, pues cualquier empresa está condicionada en su funcionamiento por los impuestos que recaen sobre ella. Una vez en marcha, los vehículos consumen combustibles que, de nuevo, cuentan con unas cargas impositivas enormes -curiosamente, muy pocos gobiernos han hecho nada por mejorar las redes de combustible alternativo hasta ahora a pesar de que existen marcas que han apostado por ellos (por ejemplo Ford o Saab, que cuentan con modelos movidos por biocombustible desde hace años)-

CONTINÚA AQUÍ

Esta web no se hace responsable de los comentarios escritos por los usuarios. El usuario es responsable y titular de las opiniones vertidas. Si encuentra algún contenido erróneo u ofensivo, por favor, comuníquenoslo mediante el formulario de contacto para que podamos subsanarlo.

0 comentarios

Seguro Express
¡Calcula el seguro de tu coche en
tan sólo 30 segundos!
Ver coches de segunda mano
elemento enviar consulta
Nuevo buscador de coches