Hace unos meses el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, hizo unas polémicas declaraciones acerca de la necesidad de hacer que los coches que circularan por la ciudad fueran mucho menos contaminantes. No es que yo esté en contra de dicha política, el problema es que estaba hablando con un gran desconocimiento de causa, pues lo hacía en la presentación del Porsche híbrido que, por muy híbrido que sea, contamina una barbaridad más que la inmensa mayoría de los automóviles.
Sea porque se ha informado mejor, porque quiere aprender, o porque es políticamente mucho más correcto (y yo pondría la mano en el fuego sobre esta última), Gallardón ha accedido a hacer de cobaya humana y utilizará durante un tiempo un Toyota Prius Enchufable. Está claro que le servirá para hacer política, pero al menos también comprobará de primera mano las necesidades de este tipo de automóviles, pudiendo con ello concienciarse sobre lo que debe hacerse en ciudades como Madrid para potenciar vehículos que, en este caso sí, son bastante más ecológicos.