He dejado un tiempo para reflexionar a sabiendas que un amante despechado pierde la objetividad. a pesar de ello, mis pensamientos siguen diciendo a mi corazón que el ferviente idilio hasta ahora mantenido con el Subaru Outback debe tocar a su fin. Han sido años de absoluta devoción, decenas de razonamientos y consejos para mostrar a mis lectores y amigos las bondades técnicas y comerciales de un automóvil desconocido para muchos. Con la llegada del nuevo modelo se acabó mi idilio con el automóvil que amaba.
Los cambios efectuados sobre el Outback han sido pocos, pero han sido demasiados y han afectado negativamente al resultado final, al menos desde mi punto de vista. Todos no, por supuesto, porque el nuevo modelo aporta mayor capacidad de carga y habitabilidad que su predecesor además de tener ahora unos asientos a los que subirse en vez de descender. Pero mi amor se basaba en aspectos más profundos de su personalidad.
Prueba del Subaru Outback Diésel en MotorGiga
Al abrir las puertas descubro estupefacto la existencia de marco. Ganará así en rigidez de la carrocería y perderá en estética y centro de gravedad (más peso en la parte superior). El aumento de la distancia al suelo le permite moverse mejor fuera del asfalto y, por supuesto, limita su estabilidad en carretera por elevar de nuevo el centro de gravedad. La incorporación de una sexta marcha de larguísimo desarrollo intenta limitar el consumo en carretera pero, con la nuevs y más pesada carrocería, aumentan los consumos y empeoran las prestaciones.
De aquella devoción sin límites me quedan todavía el motor tipo boxer y la transmisión a las cuatro ruedas mediante diferencial central tipo Torsen. Importantes bondades eclipsadas, respectivamente, por el aumento del peso y la elevación del centro de gravedad del conjunto.
En el interior la calidad emanada de los antiguos materiales se ha sustituido por plásticos absolutamente obvios de su naturaleza (son plásticos que parecen plásticos), y a la izquierda del conductor, como última blasfemia ante los ojos de los más entendidos, la existencia de un freno de mano eléctrico en sustitución del freno de mano tradicional. Con este sistema se acabó la posibilidad de recurrir al freno de mano en situaciones de emergencia así como la diversión de los más expertos al volante.
Todos los que habéis experimentado el amor y lo habéis perdido sabréis sin duda que el objeto de vuestro deseo bien puede cubrir las necesidades de otros amantes. El nuevo Subaru Outback podrá satisfacer a muchos usuarios que se sentirán rendidos ante sus muchas virtudes. En mi caso, mi corazón se ha quedado vacío de devoción, igual podría conducir un Outback diésel que muchos otros SUV actualmente en el mercado, y todo el mundo sabe que no hay nada que mate más al amor y a la pasión que la completa indiferencia.