No voy a andarme por las ramas, Michelin es una de esas marcas que termina haciéndose querer, su departamento de comunicación está repleto de gente que te hace sentir importante, no sólo como medio -que siempre es de agradecer- sino también como persona, y eso es tremendamente más importante. Pero incluso si no fuera así creo que seguiría teniendo una especial predilección por este fabricante de neumáticos. No sólo realiza unos productos tremendamente eficientes, sino que también se involucra en aspectos sociales tan importantes como la seguridad vial. No voy a engañar a nadie, y Michelin tampoco lo pretende, es cierto que cualquiera de sus campañas destinadas a fomentar la seguridad vial tiene también como objetivo que se conozca a la marca. Yo no tengo ningún problema con ello.

Ahora, y tras varios años en los que ha estado intentando concienciar a la sociedad con revisiones periódicas de neumáticos y estudios realizados sobre el cuidado (o poco cuidado) que los conductores ponemos en nuestros neumáticos, acaba de presentar una campaña específicamente dirigida a uno de los sectores más afectados por el problema de los accidentes de tráfico: los jóvenes. Para hacerlo ha decidido además arriesgar incluso en su puesta en escena, intentando con ello hablar el mismo lenguaje que los destinatarios del mensaje y dejar de lado los consejos paternalistas que tanto rechazo suelen generar.
Tomando prestada la estética comic Michelin se ha propuesto realizar presentaciones participativas en universidades de toda España para dar a conocer, de un modo atractivo e inusualmente activo, las fatídicas consecuencias de una errónea actuación a los mandos de un vehículo. Basándose en el decálogo de la FIA la intención de la marca francesa es concienciar a los jóvenes de la importancia de sus actuaciones en la seguridad vial. Visitando diferentes universidades, Michelin propondrá una zona dividida en varias actividades:
1. Test de conducción
Ayudados por el simulador de conducción de Mini se simulan situaciones peligrosas en total seguridad.
2. Simulador de vuelco
La actuación del cinturón en caso de vuelco resulta fundamental, pero nada mejor como la experiencia propia para ratificar dicha afirmación.
3. Gafas de simulación de alcohol
Basta ponerse las gafas para comprobar las dificultades visuales de ir con una tasa de alcohol en sangre elevada. Realizar (o mejor dicho, intentar realizar) tareas con dichas gafas terminará de convencer a los más escépticos.
4. Trivial
Conducción a velocidades elevadas, bajo los efectos del alcohol o con distracciones implica unos riesgos ¿los conoces? Conocerlos es el objetivo de este trivial.
5. Scalextric
Seamos sinceros, todos hemos cometido la imprudencia de mandar un SMS o coger el teléfono mientras conducíamos... ahora es el momento de ver lo difícil que es... pero con la seguridad de saber que el accidente lo tiene un coche de Scalextric.
Si la propia experiencia no fuera suficientemente sugerente para los jóvenes se añade como aliciente el hecho de que quienes cumplan con las cinco actividades tendrán acceso a un "pasaporte" que lo acredite, y dicho documento les permitirá participar en el sorteo de una matrícula universitaria con un valor máximo de 1500 euros.
Y aquí tenéis el decálogo de las reglas de oro de seguridad vial de la FIA