Tanto desde iniciativas privadas como desde entidades con ánimo o sin ánimo de lucro, han existido infinidad de mensajes supuestamente bienintencionados acerca de la seguridad en carretera. De un tiempo a esta parte, además de seguridad, también se habla de ecología, y me temo que comienzan a prosperar algunos mensajes que no deberían hacerlo.
En el aspecto de la seguridad son bien conocidos los habituales "conduzca con prudencia y respete los límites", como si dichos límites genéricos fueran realmente la panacea de la seguridad cuando resulta que se pusieron, simple y llanamente, para consumir menos Combustible debido a la famosa crisis del petróleo de 1973. No digo yo que lo más seguro sea conducir sin respetar los límites de seguridad, pero sí que existen aspectos mucho más importantes como, por ejemplo, mantener en buen estado el vehículo, revisar el estado y presiones de los neumáticos, ponerse el cinturón de seguridad, no mezclar alcohol, medicinas o drogas con la conducción, etc... Pero el caso es que se ha llegado al extremo de que quien no respeta los límites genéricos -independientemente de las circunstancias- puede llegar incluso a ser un delincuente, mientras que quien conduce con un automóvil en malas condiciones es, como mucho, una persona poco cuidadosa.
Y ahora le toca el turno a la ecología. El famoso CO2 está arrasando en muchos lugares. Bueno es que lo haga si es para el bien del planeta y de nuestros descendientes, pero eso no implica que debamos dar consejos muy generales que en muchas ocasiones atentan contra la seguridad e incluso contra la pretendida ecología de los mismos. Todo esto viene a cuenta por el comunicado de prensa que he recibido de la cadena Confort Auto (Ver foto)
Veamos. Aquí ocurre como con los dos tipos que se meten en un cuarto con un pollo asado y, después de que uno de ellos se lo ha comido entero, los estadísticos dicen que han tocado a medio pollo cada uno. Efectivamente, 15.000 kilómetros será la media nacional -quiero suponer- pero no todos realizaremos el mismo kilometraje. Igualmente, los 1.350 litros de carburante que propugnan por dicho kilometraje equivale a una media exacta de 9 litros por cada 100 kilómetros. Peor aún, según dicen, basta con seguir los consejos que dan para ahorrar 337 de los 1.350 litros. ¡¡¡337 litros!!! que significan por tanto reducir la media de 9 a 6,75 litros por cada cien kilómetros. PERO POR QUÉ NADIE NOS LO HABÍA DICHO HASTA AHORA. Pues porque es una quimera. Y encima resulta ser una quimera con problemas de seguridad.
Iba a pararme en cada punto pero, como eso significaría escribir una pequeña biblia, me centraré sólo en aquellos que más me han llamado la atención y son fácilmente desmontables.
*Pasar de 100 a 120 km/h incrementa el consumo un 35%.
Tengo algún amigo con mucho sentido del humor que diría que esto, además de falso, es mentira. Veamos las cifras que consiguen algunos de los coches más habituales de nuestras carreteras según datos obtenidos por el Centro Técnico de Motorpress Ibérica en carretera:
Renault Mégane 1.9 dCi: 5,4 litros a 90 km/h, 6,3 litros a 120 km/h, diferencia, 0,9 litros (17% más)
Hyundai Getz 1.3 gasolina: 6,1 litros a 94,5 km/h, 7,4 litros a 118,8 km/h, diferencia, 1,3 litros (21,3% más)
Seat Ibiza 1.9 TDI 130 CV: 4,7 litros a 95,4 km/h, 5,6 litros a 119,3 km/h, diferencia, 0,9 litros (19,1% más)
Audi A4 TDI 163 CV: 5,7 litros a 94,24 km/h, 6,7 litros a 119,56 km/h, diferencia 1,0 litros (17,5% más)
Audi A4 FSI gasolina: 7 litros a 94,9 km/h, 8 litros a 119,7 km/h, diferencia 1,0 litros (14,3% más)
Mazda 6 2.3 gasolina: 7,2 litros a 95,1 km/h, 8,5 litros a 120 km/h, diferencia 1,3 litros (18,1% más)
Son sólo algunos ejemplos que he ido tomando de un catálogo de pruebas que tenía por casa. Como puede comprobarse, el dato más cercano está a 14 puntos del comentado y, si bien es cierto que las velocidades a las que se realizan las pruebas son un poco más elevadas de 90 (media aproximada de 95) y más bajas de 120 (media aproximada de 119), creo que se trata en cualquier caso de una gran exageración.
Pero más importante aún es el hecho de que en autovías y autopistas, que son los lugares por los que nos permiten circular legalmente a 120 km/h, circular a 90 km/h supone un entorpecimiento del tráfico y genera cansancio por aburrimiento. Es decir, va contra la seguridad del usuario.
*A ralentí se consumen entre 0,5 l/h y 0,7 l/h. Si va a estar más de 2 minutos con el motor en marcha, es mejor pararlo, se ahorra más.
En teoría eso es lo que hacen algunos automóviles actuales de manera automática, aunque en la realidad dichos automóviles son generalmente más listos que nosotros, ya que sólo se paran si existen unas condiciones previas indispensables para generar el comentado ahorro. Así, la temperatura del motor es fundamental, pues si nos dedicamos a parar el motor en cada detención -que además no sabemos de antemano cuánto va a durar- y a arrancarlo cuando aún no está a una buena temperatura de funcionamiento, estaremos consumiendo bastante más Combustible que si simplemente lo dejáramos al ralentí. Si, además, no somos demasiado rápidos al arrancar y ocasionamos alguna minúscula retención tras nosotros por nuestra acción, lograremos aumentar el conjunto de las emisiones de todos los vehículos.
*El Aire Acondicionado aumenta el consumo entre un 10% y un 20%, conducir con las ventanillas abiertas un 5% más.
Dada la equívoca redacción de la afirmación anterior desconozco si quieren decir que conducir con las ventanillas abiertas supone gastar un 5% más que hacerlo con el Aire Acondicionado o si, por el contrario, las ventanillas abiertas aumentan el consumo un 5% mientras que hacerlo con el Aire Acondicionado lo aumenta entre un 10 y un 20%. Suponiendo que sea esta última opción tengo dos importantes objeciones al respecto: dudo mucho de la veracidad de las cifras -tendré que hacer la prueba en algún momento- y, sobre todo, el Aire Acondicionado es uno de los grandes logros de la seguridad activa debido a la disminución que produce en el cansancio al volante. Por favor, que nadie abra las ventanillas evitando el Aire Acondicionado por temas de contaminación, la seguridad es siempre más importante.
Conducir anticipándose, evitar acelerones, respetar la ditancia de seguridad e incluso utilizar materiales reciclados -siempre que cumplan las mismas condiciones de seguridad- son buenas políticas de ecología y confort, pero ello no quita para que, siendo un profesional del mundo del automóvil, me haya quedado bastante perplejo con el contenido general del comunicado.