Problemas en la salida

Hace 9 meses me compré un Audi A4, 2.0, Tdi(140 CV). Desde el principio he tenido problemas en 2ª marcha. Al bajar las revoluciones, por ejemplo al entrar en una rotonda, y posteriormente acelerar (sin brusquedades) el coche no responde, tarda en acelerar, llegando incluso a calarse y dejándome vendido en medio de las rotondas o cruces. Lo he llevado varias veces al concesionario y me dicen que el comportamiento es totalmente normal. Estoy acostumbrado a conducir coches de distintas marcas y con diferentes motores, pero nunca me había encontrado un comportamiento como este. ¿Es éste realmente el comportamiento normal de este motor, o puede ser un problema particular de mi coche?

Para dar una respuesta exacta tendría que ver exactamente el modo en el que se producen dichas situaciones, es decir, a qué revoluciones cambias y cuál es la respuesta exacta del vehículo. Aun así me atrevo a pensar que los anteriores vehículos que has conducido eran, o bien de gasolina, o bien diésel atmosféricos, o bien turbodiésel de mucha cilindrada. Digo esto porque tiene toda la pinta de que tus problemas sigan el siguiente orden:

1.-Llegas a un lugar en el que debes aminorar la velocidad. Reduces hasta segunda marcha, dejando que el coche vaya muy lento en dicha relación y quedándote cerca de las 1.000 rpm -e incluso por debajo-.
2.-Cuando decides aumentar la velocidad presionas el acelerador sin haber reducido hasta primera, buscando una respuesta mecánica que no llega.
3.-Te quedas frustrado (bueno, esta parte me parece obvia)

En realidad creo que se debe a que no estás utilizando bien el cambio de Marchas. En tu automóvil actual, al igual que ocurre en la mayoría de los turbodiésel modernos, la fuerza de la mecánica aparece una vez que se supera la barrera de las 1500 e incluso 1800 rpm en el peor de los casos. Esto es así porque los turbo -incluso los de geometría variable- no comienzan a hacer acto de presencia hasta dichas revoluciones, lo que significa que estás intentando que un diésel pensado para trabajar con turbo te ofrezca fuerza cuando todavía trabaja en atmosférico (sin ayuda de dicho elemento)

Además, aunque ya digo que desconozco tu modo de conducción, al llegar a un lugar como una rotonda o un cruce donde debemos reducir mucho la velocidad e incluso pararnos, el modo óptimo de conducción es llevar el cambio hasta primera, para volver a incorporarnos a la circulación en dicha marcha. Después, cada cambio ha de realizarse una vez que hayamos aprovechado la potencia del vehículo (que en los diésel suele significar alcanzar las 4.000 rpm o, al menos, acercarse) Nunca, y esto lo digo aun siendo consciente que muchos conductores profesionales como taxistas o camioneros así lo hacen, debemos intentar emprender la marcha desde parado en segunda velocidad. Los antiguos diésel lo permitían sin problemas pero, incluso así, la respuesta del vehículo nunca será la mejor, por lo que estaremos disminuyendo la seguridad.

Bueno, ya me dirás si estoy en lo cierto o si, desafortunadamente, te ha tocado un coche que no funciona bien.