Prácticamente las 11 de la mañana; ojeras, cansancio, el frío de la noche que deja pasar al calor solar de mediodía, las extremidades entumecidas y el ánimo exultante. Seguimos los últimos, la gente piensa que no vamos bien... y se equivocan. Nuestra verdadera estrategia comienza a destaparse...
Nico Abad acaba de realizar su segundo y último relevo. No había conducido jamás en circuito y se ha bautizado por todo lo alto, realizando excelentes participaciones que nos permiten mantener una estrategia final esperanzadora. La clasificación comienza a apretarse, estamos a siete vueltas pero tenemos la sensación de estar en el buen camino. El resto de equipos está bajando el ritmo porque no llegan a final de carrera, los tiempos comienzan a situarse por encima de 2,40 y nosotros, con nuestros últimos relevos, esperamos hacer las últimas cuatro horas a un ritmo que los demás no podrán seguir si quieren terminar (sí, somos optimistas) Y sin embargo, lo mejor del equipo no es que nuestra estrategia sea buena, sino que nuestro box ha sido durante toda la noche el que más participantes ha congregado. La unión dentro del equipo en los momentos más duros nos ha dado a todos un impulso que es la envidia de quienes se encuentran en las primeras posiciones, quizás ellos ganen la carrera, nosotros, seguro, nos enriqueceremos de una experiencia de compañerismo y solidaridad de la que nos acordaremos durante mucho tiempo.
Estamos a siete vueltas, y la clasificación, después de 16 horas, es la siguiente.