Hola David. Vamos a cambiar de coche y pensábamos comprar un automático por una dificultad del conductor. Estamos entre estos tres: Skoda Fabia 1.2 TSI 105CV DSG 7vel, Ford Fiesta 1.6 Duratec Ti-VCT 105 CV Powershift y Citroen C3 VTi 95 CV CMP. Lo usaremos en ciudad y en carretera para viajes largos en vacaciones. Queremos que nos dure el coche (fiabilidad a largo plazo) y ver si tiene potencia en carretera para adelantamientos, y acelerar cuando sea necesario... ¿Qué opinión tienes de los cambios de marchas? ¿Y en general, del comportamiento mecánica, averías?
Esto de los coches con cambio automático está normalizándose bastante en nuestro país, y debo decir que lo entiendo y en muchos casos lo comparto. Es cierto que prefiero un cambio manual para disfrutar de la conducción, pero esto es así porque me gusta el hecho de realizar los cambios y creerme (lo que no significa que sea así) que soy el que manda en todas las reacciones del vehículo. Digo esto porque, a pesar de que en vuestro caso se trata, entiendo, de una imposición debido al problema que comentas del conductor, comprobaréis al poco de conducirlo que es mucho más cómodo en ciudad y prácticamente no se pierde nada en carretera.
Los cambios automáticos que comentas son, en los tres casos, cambios pilotados, es decir, que en el interior del mecanismo existe un embrague tradicional que realiza las funciones tradicionales. Bueno, en realidad, en el caso del DSG y Powershift existen dos embragues, mientras que en el CMP sólo existe uno. Esta última diferencia es la que hace que el comportamiento del CMP (por cierto, siglas de Cambio Manual Pilotado) sea bastante distinto al ofrecido por sus rivales. En el caso del CMP los cambios entre una marcha y otra no se producen de manera suave, sino que existe una transición mucho más acusada que en muchos casos resulta incómoda y que transmite una poco agradable sensación de falta de potencia. La explicación es bastante sencilla: imagina que vas conduciendo un coche manual normal pero que sólo tienes control sobre el acelerador y freno, mientras que tu copiloto puede cambiar de marcha siempre que quiera y lo hace sin que tú puedas verlo ni saberlo. Aunque el copiloto haga lo imposible por adaptarse a tu modo de conducción no puede saber a ciencia cierta el momento en el que tú deseas que cambie e, igualmente, tú no podras saber con total seguridad el momento en el que el copiloto cambiará, el resultado es que hay veces en las que aceleras en vacío porque el copiloto ha decidido cambiar o te encuentras acelerando menos de lo debido porque tu copiloto no ha bajada a la marcha que tú querías. Aunque el CMP dispone de electrónica para intentar adaptarse a los distintos modos de conducción, el necesario tiempo de cambio entre marchas hace imposible una adaptación inmediata a los requerimientos del conductor, lo que genera los comentados problemas. He de decir que al cabo de un tiempo es posible adaptarse en parte a este particular comportamiento y hacer que la conducción sea más confortable y los cambios más previsibles, pero siempre existirá un desfase motor/cambio difícilmente compensado por la electrónica. ¿Y si utilizas siempre el cambio o las levas (cuando existen) para cambiar de marcha? Pues entonces el problema es mucho menor, pero sigue existiendo un desfase, pues cuando uno quiere cambiar puede que la electrónica decida que no es seguro o que el tiempo que tarda en realizar el cambio sea diferente al que nosotros tardaríamos.
Cuando el cambio DSG salió al mercado se solventaron estos problemas mediante un invento que ya había sido puesto en práctica muchos años antes pero sólo en competición: la utilización de dos embragues. Con esta solución siempre circulamos con una marcha engranada y dos embragues que están preparados para insertar la marcha superior o la inferior, de tal modo que cuando decidimos cambiar dicho cambio se produce de modo casi inmediato y, además, sin pérdida de potencia en la transición. Tanto el DSG como el Powershift pueden así ofrecer un confort de marcha muy superior al CMP, ofreciendo al conductor unas transiciones similares, y en algunos casos más satisfactorias, que los cambios automáticos tradicionales con convertidor de par.
Descartado así el C3 por los comentarios anteriores, la duda quedaría entonces entre el Fabia y el Fiesta. Veamos primeramente las diferentes prestaciones que ofrecen uno y otro:
Ford Fiesta:
Motor
1.6 atmosférico con 105 CV a 6300 rpm y 150 Nm de par máximo entre 4200 y 4500 rpm
1.2 sobrealimentado por turbo con 105 CV a 5.000 rpm y 175 Nm de par máximo entre 1550 y 4100 rpm
Prestaciones
Velocidad máxima: 190 km/h
Aceleración 0-100 km/h: 10,3 segundos
Consumo Urbano: 7,0 litros
Consumo en carretera: 4,4 litros
Consumo mixto: 5,3 litros
Como puedes ver, las diferencias son relativamente importantes en favor del Skoda, sobre todo porque estamos hablando de un motor que ofrece mejor rendimiento y, además, un consumo inferior que tiene una ventaja muy clara en ciudad, que es el lugar donde según parece váis a realizar el mayor número de kilómetros.
En carretera el Fiesta tiene un comportamiento más ágil y divertido, perfecto para quienes gusten de realizar una conducción deportiva pero que, por lo que me cuentas, no es lo que estáis buscando. El Fabia es más noble pero menos dado a buscar la satisfacción al volante; está más destinado a conductores normales.
Por último sólo quedaría el aspecto de la fiabilidad que, a priori, debería ser favorable al Fiesta por el hecho de contar con un motor atmosférico y menos "apretado" que el tricilíndrico 1.2 del Fabia. No obstante, pondría la mano en el fuego sobre la fiabilidad a largo plazo del Skoda (espero no quemarme)
Mi recomendación es que el Fabia es, de los tres que comentas, el coche que mejor se adapta a vuestros requerimientos.
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1 comentarios
luis dijo...
Hola,
tengo el fabia con cambio DSG desde hace casi un año y querría compartir con vosotros algo de mi experiencia con él. En primer lugar, elegí la opción combi porque sigue siendo un coche que se puede mover bien por ciudad y la capacidad de maletero aumenta considerablemente, 505 litros si no recuerdo mal, lo que es bastante para un derivado de un coche pequeño. Respecto al consumo, haciendo conducción tranquila y mitad autopista mitad ciudad, la media global suele estar en torno a los 6.8 - 7.0 litros a los 100, lo que dista mucho de los 5.3 que promete el fabricante. El comportamiento del DSG es muy suave, aunque hay veces que, en subida, tarda en reducir, notas como el coche se va ahogando y la cosa acaba en un pequeño tirón cuando el sistema decide hacer la reducción. Como comentaba David, este tipo de cosas son sobre las que tienes más control cuando es manual. En cualquier caso, creo que es una opción muy recomentdable, sobre todo en versión combi. Un saludo.