"Navegando" por las páginas de otros blogs me encuentro muchas veces con afirmaciones acerca de la bondad o maldad de la realización de una u otra Marca. Escritores bienintencionados que en la mayoría de los casos no se han subido al automóvil en cuestión pero que opinan de él como si lo hubieran tenido toda la vida. Es algo que todos -me incluyo- estamos tentados de hacer siempre; ya que piden tu opinión, la das. Por eso a veces resulta tan difícil aportar la máxima objetividad porque, si estás dando una opinión ¿Cómo demonios puedes ser objetivo? Respondiendo a mi propia pregunta, el único modo es enseñar las cartas tal y como vienen; si no he probado el coche tengo que decirlo o, si lo he probado y no me ha dado ningún problema, no tengo por qué dudar de él. Pero también hay ocasiones en las que alguien de quien te fias ciegamente te cuenta algo al respecto, y entonces la objetividad consiste también en contarlo, es decir, en hacer saber a quien te pregunta que algo has oido al respecto pero que no lo conoces de primera mano. Este es el caso.
Estábamos en una presentación comentando la próxima aparición de un nuevo cambio manual robotizado de doble embrague cuando, en medio de su exposición, el gerente de producto del Modelo presentado habla de que se trata de un cambio con embrague húmedo para evitar los problemas de la competencia...
¿Problemas? Yo no había oído nunca hablar de problemas relacionados con las cajas robotizadas de doble embrague, así es que me las ingenio para sentarme a comer justo al lado del personaje en cuestión y poder así interrogarle personalmente. Por cierto, dicho individuo no sólo es gerente de producto, es un excelente conocedor del automóvil en general, totalmente fiable en cuanto a sus conocimientos técnicos y en absoluto descalificador de competidores si no existen motivos reales para hacerlo.
Preguntado al respecto del problema comentado me explica que los embragues del cambio DSG del grupo Volkswagen trabajan en seco. De esta manera, no existe ningún tipo de resbalamiento en ningún momento -lo cual, en general, es una de las ventajas que siempre se le achaca a dicho producto-.
Ahora bien, parece ser que existe un problema con dicho tipo de funcionamiento cuando el coche circula a muy baja velocidad. Entonces los embragues comienzan a actuar en plan on-off, es decir, acoplándose y desacoplándose a intervalos de tiempo cortos, con lo que se produce el calentamiento y prematuro desgaste de los mismos. En tales ocasiones aparece una señal en el automóvil que indica que debemos pararnos. Según me contaba, las nuevas generaciones de cajas de otros fabricantes han tenido en consideración este tema y, precisamente por ello, los embragues son húmedos, es decir, trabajan en baño de aceite.
He de confesar que el único inconveniente (por llamarlo de algún modo) que yo he tenido con los DSG, ha sido al aparcar, porque en dicha situación el paso de una marcha a otra es más brusco que en los cambios automáticos tradicionales, siendo más difícil afinar con el aparcamiento con lo que, o mides bien y tienes un hueco grande, o cuentas con bastantes posibilidades de terminar "apoyándote" en los coches adyacentes.
En fin, que con todo lo anterior sigo pensando, por experiencia propia, que el DSG es el mejor cambio automático de los que yo he probado, aunque a partir de ahora intentaré realizar recorridos en los que ponga a prueba su funcionamiento también en condiciones de circulación muy lenta. Eso sí, quizás alguno de vosotros es ya un usuario de DSG y puede comentar sus experiencias con el resto.