Un lector nos preguntaba a qué es debido el autoencendido. En general se habla de autoencendido cuando el momento de la combustión de la mezcla no es el ajustado por el fabricante, lo que supone un importante problema para el funcionamiento general del conjunto mecánico. Y digo en general porque los motores diésel funcionan de manera normal mediante el autoencendido, y es que el autoencendido es una inflamación espontánea (es decir, sin motivo aparente) y rápida de la mezcla aire-combustible. En los motores de gasolina la inflamación de la mezcla se debe producir por la chispa de la bujía, mientras que en los motores diésel existe un autoencendido provocado por el calor existente en la cámara de combustión ocasionado por la alta compresión de la mezcla.
En el ciclo Otto (vídeo inferior) el autoencendido se da en la fase de compresión.
Los motivos del autoencendido son variados, aunque en general suelen ser los siguientes:
Punto caliente: Cuando en la cámara de combustión existe por ejemplo un depósito de carbonilla o tenemos una bujía cuyos electrodos se encuentran en incandescencia, puede producirse un autoencendido. Este proceso puede llegar a hacer que el motor continúe girando aun cuando hayamos desconectado el encendido, y es lo que los ingleses denominan run on o after running.
Temperatura mecánica: Una temperatura anormalmente alta en la cámara de combustión puede generar que exista un autoencendido. Así, por ejemplo, algún problema en el sistema de refrigeración de la mecánica puede generar en autoencendido.
Octanaje inadecuado: Cuanto mayor es el octanaje de un combustible más calor requiere éste para inflamarse. Por ello, la utilización de combustibles de octanaje inferior al recomendado por el fabricante puede dar lugar al autoencendido. Es común que los motores más deportivos requieran octanajes más altos, como era el caso del Clio RS de 200 CV de potencia, que requería una gasolina de 98 octanos debido, entre otros factores, a la elevada compresión utilizada por la mecánica.