Fábrica canadiense de automóviles cuya actividad,
que duró desde 1908 hasta el estallido de la segunda guerra mundial, estuvo estrechamente ligada a la de Buick. En efecto, los McLaughlin eran verdaderos Buick con carrocerías construidas en Canadá. Las relaciones entre ambas empresas se fueron intensificando gradualmente hasta que, en 1918, la marca canadiense pasó a formar parte de la General Motors.
La McLaughlin construía trineos y coches de caballos desde el siglo pasado y, gracias a la calidad de sus productos, gozaba de una excelente fama en Canadá, incluso antes de dedicarse al sector automovilístico. Su primer coche, aparecido en 1908, era prácticamente el Buick tipo 4, pero se diferenciaba de este modelo por su carrocería, que era de madera. Cuando la fábrica canadiense recurrió también a las carrocerías metálicas, los McLaughlin conservaron, respecto a los Buick, un mayor cuidado en los detalles y una dotación interior ligeramente más rica.
La producción de esta empresa, que en 1908 había sido algo superior a las 100 unidades, alcanzó en 1922 unos 15.000 coches. En ese año, la marca de fábrica se convirtió en McLaughlin-Buick. En 1942, la producción de ambas empresas era ya idéntica, por lo que la marca pasó a ser simplemente Buick.