Marca adoptada por una empresa belga fabricante de tubos metálicos (en inglés, pipe) cuando, en 1898, decidió construir automóviles. De sus primeros ejemplares no se tienen noticias, pero es cierto que en 1900 apareció un modelo con motor bicilíndrico de 6
CV, seguido años más tarde de un modelo de 4 cilindros de 15 CV.
La marca belga experimentó asimismo la tracción benzoeléctrica empleando el sistema de embrague magnético ideado por Jenatzy, pero dicha solución no se explotó comercial-mente. En cambio, fue más interesante la adopción de motores con válvulas en cabeza y amortiguadores Truffault para los modelos de 1905: el 28/32 y el 50
HP.
La Pipe se orientó hacia una producción de automóviles de lujo y técnicamente de vanguardia que, a pesar de su precio elevado, contaban con un amplio sector de mercado. Al éxito comercial contribuyeron también varias participaciones deportivas que sirvieron para dar publicidad al nombre de estos coches belgas. Entre ellas cabe recordar: el Circuito de las Ardenas de 1902, 1903, 1904 y 1907, la París-Madrid de 1903, la Copa Gordon Bennett de 1904 y el Kaiserpreis de 1907. En esta última carrera, la Pipe obtuvo su éxito más relevante, el segundo lugar conseguido por Hautvast sobre un modelo de 4 cilindros y 80 CV (140x128 mm) con válvulas en cabeza, transmisión por cadena y encendido por magneto de alta tensión.
Por estas razones, la decisión de la marca de suspender la fabricación de automóviles en 1907 despertó gran sorpresa. Sin embargo, 2 años más tarde fue reemprendida la actividad, pero con una nueva orientación: automóviles de 4 cilindros con válvulas laterales, de calidad pero convencionales. La única novedad técnica era el avance automático del encendido.
Después de la primera guerra mundial, la Pipe redujo aún más la producción de automóviles, hasta suspenderla totalmente a principios de los años veinte. De todas maneras, su actividad continuó hasta 1932 dentro del sector de los camiones.