Historia de la marca ROSENGART

Fábrica francesa de automóviles fundada en 1928 por Lucien Rosengart en Neullysur-Seine. Su actividad se prolongó durante casi 30 años, pero careció siempre de una caracterización propia. En efecto, los Rosengart no eran más que automóviles de otras marcas, como la Austin, la Adler y la Citroen, construidos bajo licencia. Sin embargo, tuvo cierto éxito, al tratarse en la mayoría de los casos de modelos económicos con un destino popular, y las condiciones financieras de la empresa fueron buenas hasta principios de los años cincuenta.

El primer modelo con la marca Rosengart, aparecido en 1928, era una copia francesa del Austin Seven británico. El coche, denominado L. R. 5 CV (L y R eran las iniciales de Lucien Rosengart), difería del original británico únicamente por la forma de la calandra del radiador, que era en punta en vez de plana. Este modelo se fabricó hasta el estallido de la segunda guerra mundial, siempre en forma muy semejante al correspondiente modelo Austin. Con relación al original, en 1932 se introdujeron algunas modificaciones, reducidas a los bastidores, que fueron alargados ligeramente. También en 1932 fue presentado un pequeño modelo de 6 cilindros, de 1.100 ce, asimismo de procedencia Austin.

A pesar de su indiscutible calidad (que, lógicamente, era igual a la de los Austin), los Rosengart presentaron algunos defectos de resistencia. Entonces, Rosengart pensó en los automóviles alemanes y consiguió estipular un acuerdo con los Adler para el montaje del modelo Trumpf, con tracción delantera, motor de 4 cilindros y 1.600 ce.

En vísperas del conflicto, la empresa puso en producción un segundo modelo dotado de tracción delantera, no ya de procedencia Adler, sino Citroen; se trató del conocido vehículo de 11 CV y 1,9 1 que la gran marca francesa construía desde hacía algunos años.

En la posguerra, la Rosengart se orientó decididamente hacia automóviles de clase superior, presentando en 1947 un gran V8 de casi 4 1, cuyo motor fue construido por la Mercury norteamericana. Como era previsible, dadas las inestables condiciones de la economía de aquella época, el modelo no tuvo éxito y la marca se vio obligada a volver a los automóviles utilitarios tipo Austin Seven, con el antiguo motor, de 750 ce, con válvulas laterales.

La última realización de la Rosengart fue el Sagaie, un coche derivado de un Panhard, dotado de un motor bicilíndrico boxer, de 750 ce, refrigerado por aire. Aparecido en 1954, este modelo duró poco, pues en 1955 la empresa francesa, aplastada por la competencia de las grandes industrias de su país, como la Renault y la Citroen, se vio obligada a cerrar sus puertas.