Esta semana da comienzo la 84 edición del Salón Internacional del Automóvil de Ginebra y seguimos recibiendo novedades en relación con los nuevos modelos que se exhibirán en los faraónicos stands de las marcas automovilísticas que participarán en esta feria. En esta línea, la alemana Volkswagen desvelará diferentes nuevos automóviles, entre los que se incluirá la renovada gama del Volkswagen, que recibe ahora las versiones BlueMotion, tanto diésel como de gasolina, así como la opción BlueGT y la carrocería CrossPolo, que no se comercializará en el mercado español.
La semana parece que va de coches que se fabrican en España, puesto que después de acudir a la presentación del nuevo Mégane, que se ensambla en Palencia, la compañía automovilística alemana Volkswagen acaba de dar a conocer la nueva generación del Polo, que se produce en la planta navarra de Landaben. El nuevo automóvil continúa con la línea que tantas alegrías está dando a la firma de Wolfsburg y que está presente en el superventas Golf. Así, este nuevo coche ha crecido en dimensiones en comparación con el modelo al que sustituye, al tiempo que ha recibido una nueva gama de motores más eficientes y ha experimentado una fuerte actualización tecnológica, sobre todo en todo lo que se refiere a sistemas de ayuda a la conducción.
Una de las principales motivaciones que llevan a las marcas de automóviles a participar en competiciones de velocidad, como la Fórmula 1, los rallyes o cualquier otro tipo de prueba como el DTM, suele ser la posibilidad de que todas las tecnologías aplicadas para la mejora de los coches en la lucha por hacerse con la victoria en los circuitos o en las pistas se apliquen a sus vehículos de serie o que se incorporen a ediciones especiales o limitadas, mucho más deportivas. Estas versiones van dirigidas a un tipo de cliente más exigente. El último caso de esta transferencia de conocimiento del mundo de los rallyes a la calle es el nuevo Volkswagen Polo R WRC, cuyo lanzamiento se anunció a principios de año y del que ya han llegado las primeras unidades a los concesionarios españoles.
Un capricho muy serio
Luis Moya, conocido internacionalmente por haber sido durante años copiloto fiel de Carlos Sainz y actualmente "fichado" por Volkswagen en su equipo motorsport, comentaba durante la rueda de prensa de presentación del Polo R WRC que, en los test de pruebas previos al campeonato ya se habían dado cuenta de las posibilidades reales del modelo de competición; "Carlos era más optimista que yo, pero los dos veíamos que se trataba de un coche altamente competitivo". Los más famosos campeones españoles de rallies no se equivocaban; Sebastien Ogier, a bordo del Polo WRC, se ha convertido en el primer piloto que logra coronarse campeón del mundo el primer año de participación de un vehículo en el certamen, y casi con toda probabilidad la marca se hará igualmente con el campeonato antes incluso de finalizar la última carrera.
La celebración del Salón Internacional del Automóvil de Barcelona siempre es una cita muy especial para las marcas que tienen representación en España, tanto en la versión comercial como las que tienen alguna fábrica situada en el territorio nacional. Por esta razón, dichas compañías suelen hacer esfuerzos adicionales para poder acudir a la cita catalana con alguna sorpresa o con alguna novedad de relevancia que sirva para dar más brillo a su stand. Volkswagen, que posee una factoría en Navarra en la que se fabrica el Polo, y que tiene su sede española en Barcelona, no ha querido ser menos, y acaba de anunciar una “primicia absoluta” para este encuentro del sector.
La práctica totalidad de las marcas de automóviles cuentan en su estructura con una división de competición, que, además de estar orientada al mundo del deporte, también combina esfuerzos para trasladar todas las mejoras y avances realizados en los modelos para las carreras a la gama de vehículos convencionales que se comercializa en los concesionarios. De esta forma, las compañías suelen lanzar ediciones deportivas de sus automóviles, fruto de estos trabajos, o también incorporar nuevas tecnologías que permitan mejorar las prestaciones, como por ejemplo la recuperación de la energía en la frenada, entre otras innovaciones.
Las grandes marcas de automóviles destinan miles de millones de euros cada año en actividades de investigación y desarrollo, que están orientadas, principalmente, a la creación de nuevos modelos, diseños y tecnologías innovadoras, que permitan mejorar la seguridad vial y, sobre todo, incrementar la eficiencia en los consumos de combustible y reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) con nuevas fuentes de energía o con la mejora de los motores de combustión.
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Volkswagen Amarok | 48.040 € |
Volkswagen Caddy | 33.550 € |
Volkswagen Golf | 26.035 € |
Volkswagen Golf Sportsvan | 21.720 € |
Volkswagen Grand California | 78.535 € |