El nombre de esta empresa deriva del de la Edoardo Bianchi, con la cual, sin embargo, no tuvo contacto directo. La Edoardo Bianchi, o, según su nombre completo, Fabbrica Automobili e Velocipedi Edoardo Bianchi & C, ya en los años cincuenta manifestó su voluntad de continuar apareciendo entre el reducido número de fabricantes italianos de automóviles, cuando puso a punto un coche medio de 4 cilindros, del cual se vieron circular pocos ejemplares experimentales. Determinadas dificultades impidieron su fabricación, pero la disponibilidad de las instalaciones de Desio estaba destinada a desembocar en una nueva y más amplia iniciativa. En 1954, el ingeniero Quintavalle consiguió interesar a la
Fiat y a la Pirelli por el potencial automovilístico de la Bianchi. La constitución de la nueva sociedad Autobianchi se produjo el 11 de enero de 1955.
La nueva sociedad previo una participación del 33 % por parte de la Edoardo Bianchi, que aportó su propia fábrica de Desio y limitó sus propios fines sociales, excluyendo de ellos la fabricación de automóviles. Los otros socios fueron Fiat y Pirelli. Es fácil dar una razón de la participación de la Pirelli, que de este modo halló una nueva salida para el suministro de sus neumáticos; sin embargo, son menos fáciles de comprender los motivos de la Fiat, que, al parecer, buscó en principio un camino para la producción de un modelo destinado a «los que querían distinguirse», y, más tarde, tan sólo algunos años después, un campo para la experimentación «que no comprometiese su nombre», de soluciones que en aquella época no eran convencionales, como la tracción delantera.
El primer presidente de la nueva sociedad fue Giuseppe Bianchi, y la sede se fijó en Milán. La coordinación de la sociedad fue relativamente lenta, así como la fabricación del producto, especialmente si se considera que éste no debía ser de proyecto totalmente original.
En septiembre de 1956 se puso en marcha la concentración de las actividades automovilísticas de la Edoardo Bianchi, pero hasta 1958 la Autobianchi no adquirió formalmente la propiedad de la fábrica de Desio. Era el año en que empezó a definirse la crisis de la Edoardo Bianchi, que se manifestaría con la cesión de sus acciones a los otros dos partícipes y con la dimisión de Giuseppe Bianchi del cargo de presidente.
El 28 de junio de 1958 dicho puesto fue ocupado por Ferruccio Quintavalle. El primer coche, el Bianchina, se presentó en septiembre en el Museo de la Ciencia y de la Técnica de Milán, posiblemente en correspondencia con el hecho de conservarse en él un carísimo coche Bianchi de principios de siglo.
De todos modos, la distribución sólo comenzó en los primeros meses de 1958. El Bianchina, contemporáneo del Fíat 500, adoptó los órganos mecánicos de éste en su totalidad, mientras que la carrocería denotaba mayores pretensiones estilísticas que hacían del mismo un utilitario elegante. El motor, alojado en la parte trasera, era de 2 cilindros en línea, de 15
CV, que luego se aumentaron a 16,5 CV, con una
cilindrada de 479 ce. La única variante mecánica respecto al
Fiat 500 se refería al sistema de transporte del aire de alimentación y refrigeración del motor, modificación necesaria debido a que la forma de la carrocería era distinta. El Bianchina se presentó como una berlineta de dos plazas más un asiento trasero de banqueta, de difícil acceso y bastante rígido. Su techo, abatible, supone una característica común al sector de los utilitarios, y su carrocería, bicolor, le daba un nuevo toque de elegancia. Durante aquel primer año de producción, salieron de las fábricas de Desio unos 11.000 Bianchina, cuyo éxito fue indiscutible y condujo a una mayor diversificación de los modelos. Así nacieron el Bianchina Special, el 2 puertas Nórmale, el Panorámica, el Cabriolet y la versión furgoneta.
Una vez completado el rascacielos de Milán, la sede se trasladó a la vía Fabio Filzi el 28 de abril de 1960.
En 1964, el ingeniero Giovanni Nasi asumió la presidencia de la sociedad, dando así un primer signo apreciable del proceso de absorción de la empresa por parte de la Fiat. En otoño del mismo año fue presentado el Prímula, un coche medio con características notablemente funcionales, que siguió empleando órganos mecánicos muy experimentados por la Fiat. Supuso el retorno del grupo motor ya veterano del 1100 D, de 1.221 ce, llamado a tener una nueva juventud debido a su colocación transversal, actualizada por Alee Issigonis (adoptada por la Christie en 1907), y con el consiguiente empleo de la tracción delantera. El Prímula fue, probablemente, el primer Autobianchi auténtico, pues, aunque su proyecto iba firmado por la Fiat, su mecánica, a excepción del motor, era totalmente nueva y no había sido adoptada por otros coches. Al año siguiente salió el modelo coupé, fabricado hasta 1970 con algunas modificaciones en la carrocería. A la luz del tiempo transcurrido, el Prímula puede considerarse como un episodio muy significativo de la experimentación de Fiat acerca de nuevas formas del automóvil: no sólo la tracción delantera, sino también el volumen del vehículo, que configuró el «fast back» funcional y de gran capacidad, del que, más tarde, derivó sin dificultades la estética, por ejemplo, del Fiat 127.
Un hecho totalmente negativo lo constituyó el experimento de una carrocería de fibra de vidrio: el cabriolet Stellina, estilísticamente poco afortunado y accionado por el exiguo motor del 600 D de 792 ce, alojado en la parte trasera, cuando la Fiat tenía ya en preparación el 850.
La absorción por parte de la Fiat fue total cuando, como consecuencia de una decisión de sus respectivas asambleas, en septiembre de 1967, la Autobianchi se incorporó a la Fiat en un acto de fusión en el que, simultáneamente, entró la OM. Las acciones de la Autobianchi, todas propiedad de Fiat, quedaron anuladas y la Autobianchi, en una decisión del 30 de marzo de 1968, quedó transformada en una fábrica Fiat, con sede secundaria en Milán.
El A 111, presentado en el verano de 1969, prosiguió la experimentación de la tracción delantera con una berlina media dotada de un motor derivado del Fiat 124 S (que también se había montado en los últimos ejemplares del Prímula coupé). A este modelo siguió, algunos meses más tarde, el A 112, que fue un anticipo de los esquemas del 127, adoptando al principio el motor del 850 sport en una posición delantera transversal. Se trata de un coche de línea compacta, caracterizado por una óptima relación
habitabilidad - espacio exterior ocupado, y por algunas soluciones dedicadas a mejorar su
seguridad pasiva, como el depósito situado delante de las ruedas traseras. Sus carrocerías van destinadas a una clientela que busca coches más rápidos, más orillantes y más cuidados que los modelos Fiat correspondientes, así como dispuesta a afrontar precios más elevados.
Se requirieron servicios de fábrica auxiliar a. la Autobianchi cuando, al finalizar la producción del Bianchina, se trasladó a Desio el montaje del 500 Giardiniera (que compartió con el desaparecido Bianchina Panorámica el motor bicilíndrico trasero horizontal), el 500 normal y el 600 Múltipla en versión
taxi. Como un caso único en la historia reciente del automovilismo, el modelo Fiat adoptó la marca Autobianchi.
Más tarde, como consecuencia de una participación en el
Citroen por parte de la Fiat, la red comercial y asistencial de la Autobianchi se abrió a la gama de los coches de esta marca francesa.