Sábado - 12.Octubre.2024
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Abarth -segunda parte-

Por Germán Rodríguez

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Después de hacer excelentes realizaciones durante varios años, Karl Abarth (o Carlo Abarth, como lo llaman los italianos) se pone en los años sesenta a trabajar en pequeños motores para cambiarlos casi por completo.

Dentro de este periodo se pueden encontrar mecánicas de 1.000 centímetros cúbicos que tienen como base de partida motores de sólo 600 centímetros cúbicos. Las virguerías mecánicas que hay que realizar para alcanzar estas situaciones son, obviamente, extraordinarias. De hecho, Carlo se veía obligado a realizar buena parte de los materiales necesarios para las variaciones necesarias de estos procesos. como los propios cigüeñales o árboles de cabeza dobles o incluso cadenas de distribución diferenciadas de las originales. Lo más curioso es que, en la inmensa mayoría de los casos, los automóviles elegidos para las posteriores realizaciones eran prácticamente siempre vehículos de baja cilindrada.

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El primer automóvil realmente producido por Abarth fue el Spyder de 1955, basado en el Fiat Millecento, después se atrevió con los Fiat 600 y, basados en estos últimos, también con el cupé 750 "doble burbuja" diseñado por Zagato (del que pueden verse en la imagen superior varias unidades en plena competición), que contaba con la inestimable ayuda de un bajo centro de gravedad. Abarth también desarrolló modelos basándose en otras marcas, como Alfa Romeo o Porsche GT a primeros de los años sesenta.

En 1961 Carlo Abarth también desarrolló vehículos sobre base Simca, para ser exactos, sobre el Simca 1000 que, si bien no es demasiado grande para hacer el amor, sí que permite realizar coches de competición tomándolo como base. Más adelante surgio el 1000 TCR (estas últimas siglas por Turismo Competizione Radiale) sobre base Fiat. Tomando un automóvil de sólo 28 CV se llegaron a alcanzar hasta 110 CV de potencia para el Campeonato Europeo de Turismos. Y así hasta 1971, año en que Carlo Abarth decidió vender su empresa a Fiat, aunque esto ya forma parte de la tercera entrega de la historia de la marca.

Etiquetas: Abarth, fiat
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