Miércoles - 06.Noviembre.2024 |
Tras varios años sin un representante entre los descapotables pequeños, en 1994 Fiat comenzó la comercialización del Fiat Barchetta como heredero de la simplicidad y economía de uso del Fiat 850 Spider pero con la diversión y practicidad que ofrecía el Fiat X 1/9. Al igual que sus antecesores, este nuevo deportivo descapotable contaba con un diseño inspirado en un Ferrari: en este caso en el 166 MM.
Pero la finalidad del Fiat Barchetta no era sólo la de ofrecer un deportivo descapotable de precio económico y divertido de conducir sino que, junto con el Fiat Coupé, se supone que deberían haber formado una nueva gama de vehículos emocionales dentro del fabricante Fiat. De hecho estos dos vehículos nacieron de los llamados “proyectos pizza”: el Fiat Barchetta es fruto del proyecto Marinara y el Fiat Coupé del proyecto Diavola.
La estética del Fiat Barchetta estaba dominada por unas líneas orgánicas que emulaban a los animales marinos. El frontal y la parte trasera se caracterizaban por la suavidad de sus líneas mientras que el lateral destacaba la fuerte línea de tensión en forma de ola marina que une de forma natural la parte delantera con la trasera y que repite en cierta manera la línea de cintura.
La base del Fiat Barchetta era la misma que la del Fiat Punto pero con la distancia entre ejes recortada y su única motorización fue el conocido tetracilíndrico 1.747cc 16v de la familia modular Fiat con 130cv a 6.300rpm (la cifra de potencia puede varias ligeramente según mercados). Este motor se caracterizaba por la apertura variable de las vávulas de admisión para obtener una mejor relación entre consumos, emisiones y prestaciones y favoreciendo la entrega de par a bajas vueltas y la potencia a altos regímenes de revoluciones. Este motor ofrecía más del 90% del par disponible a partir de las 2.000rpm y permitía al Fiat Barchetta alcanzar los 100km/h desde parado en tan sólo 9 segundos.
La seguridad pasiva del Fiat Barchetta estaba confiada a zonas de deformación progresiva en los extremos de una plataforma reforzada que contaba con barras anti-intrusión en las puertas y un anillo de refuerzo tubular de alta resistencia en el marco de la luna delantera. Todo esto le otorgaba una rigidez torsional de 50.000 kgm/rad, lo que significa que era el coche más robusto de su categoría.
Todas estas innovaciones técnicas empleadas en la construcción del bastidor y de la carrocería del Fiat Barchetta se complementaban con el airbag del conductor, los cinturones de seguridad con pretensores, el interruptor de inercia en el sistema de encendido o los asientos delanteros con resistencia la deslizamiento en caso de accidentes (lo que se llama “submarining”). El airbag del acompañante era equipo opcional.
El sistema de frenos contaba con cuatro discos y un entrecruzado doble con corrector para garantizar el control del vehículo y contaba como opción del ABS con cuatro canales (en algunas series limitadas era equipo de serie). Por su parte, la suspensión empleaba un esquema MacPherson delantero con muelles rígidos y suspensión trasera de brazos tirados y barra estabilizadora.
Aunque a lo largo de la vida comercial del Fiat Barchetta hubo muchas series limitadas, el equipamiento básico fue uno, vendido sin denominación comercial alguna y que dejaba algunos elementos como el aire acondicionado o el cierre centralizado en la lista de opciones.
El interior estaba presidido por un salpicadero negro de gran tamaño totalmente revestido en material plástico resistente al agua, pero en la parte inferior del mismo y en las puertas se podían ver inserciones pintadas en el mismo color de la carrocería. El diseño del interior era tan simple como práctico y todos los elementos quedaban al alcance de la mano. Sólo el reloj digital situado en la parte inferior de la consola podía obligar al conductor a moverse del asiento para poder ver con claridad sus indicaciones.
En 1999 se hizo un pequeño ajuste en la mecánica de este pequeño descapotable renovando la centralita, el colector de admisión y alargando ligeramente el desarrollo de la quinta marcha. En este cambio perdió la admisión variable pero comenzó a disfrutar del acelerador electrónico. Todas estas modificaciones tenían la finalidad de reducir consumo y emisiones y ajustar la mecánica del Fiat Barchetta a la normativa Euro3.
El Fiat Barchetta era ensamblado (que no fa fabricado) en las instalaciones del carrocero Maggiora y cuando esté cesó su actividad por sorpresa en 2002 (sopresa esperada por otro lado) el fabricante se vio obligado a suspender la fabricación de este descapotable hasta que pudiera acomodar otra línea de montaje. En 2003 comenzó su fabricación en la factoría de Mirafiori y se aprovecho para realizar una pequeña actualización estética que afectaba principalmente al paragolpes delantero y a las tapicerías de los asientos. Pero esta actualización estética no fue todo lo bien recibida que se esperaba y su fabricación se suspendió nuevamente hasta abril de 2004.
Como punto (muy) importante de esta actualización estética es que se comenzó a fabricar el coche con chapa de 0,9mm de espesor (antes 0,7mm) para dar más robustez al conjunto y para evitar que elementos como el capó delantero de alabeasen con las continuas maniobras de apertura y cierre. Otra incorporación fue la simpática y original incorporación de la tercera luz de freno en forma de aleta dorsal de tiburón.
Sin más cambios que los nombrados, la producción del Fiat Barchetta finalizó definitivamente en junio de 2005. Por suerte, el espíritu “spider” puede que vuelva en el año 2015 con un producto emparentado con el Mazda MX-5. Sólo el tiempo dirá…
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